| El ganadero defendió más variedad en los carteles para llegar al aficionado |


| Fotos: Gabriel Gómez |

La primera de las dos jornadas de la Peña Taurina El Encierro de 2023 contó con la presencia en el palacio de Pedro I del ganadero salmantino Francisco Galache, representante de la conocida Galache de Hernandinos. Una ganadería que acaba de cumplir 70 años y que pasó de ser de las más reconocidas en la segunda mitad del siglo pasado a estar al borde de la desaparición. Desde hace un par de años ha vuelto a ser muy demandada en las plazas de toros y ha ganado dos años consecutivos el trofeo Toro de Oro de la feria de Salamanca, en 2021 y 2022.

Este resurgir se ha debido en gran medida a Morante de la Puebla. El diestro, uno de los más admirados actualmente por los aficionados, ha puesto empeño en los últimos años en enfrentarse a toros de ganaderías distintas de las habituales en los carteles, incluso minoritarias. Entre ellas la de Galache. Esto ha supuesto que haya pasado «de llamar a que te llamen», afirmó el ganadero. No obstante, admitió que aunque esta temporada está siendo mejor que otras, «está complicado».

 

Los patas blancas

Ante más de una treintena de aficionados Francisco Galache describió al toro tipo de su ganadería como un astado que se somete mucho en las embestidas, muy vistoso, que humilla mucho, que suele ir largo y «de sangre caliente, nervioso», que arranca enseguida. Frente al toro más habitual en los festejos, de pelo negro, esta ganadería se caracteriza por tener gran variedad de capas entre sus reses, sobre todo las manchadas o berrendas. Son los conocidos como “patas blancas”, típicos del encaste Vega-Villar. Con este encaste solo hay unas diez ganderías de bravo en España, y la de Galache es una de las más representativas.

En su ganadería conviven dos encastes: el de Urcola y el Vega-Villar, si bien el 90 % corresponde a este último. Aseguró que los años no han cambiado su forma de enteder cómo debe ser el toro de Galache. «Buscamos un toro que se emplee a fondo, “que se rompa”, que humille, que dure mucho pero que luche hasta el final». «El nuestro es un toro del siglo XX: más bravo y con mucho fondo». Sin embargo Galache de Hernandinos ya está dando pasos «firmes pero muy cortitos» de cara al futuro, hacia un toro con más caja pero «sin salir de lo nuestro», afirmó.

En los últimos años la ganadería ha recuperado pelajes que se habían perdido; pero no ha sido algo buscado, según manifestó Galache, sino que se debe a los sementales. Al respecto manifestó que los sementales son propios y que no han adquirido de otras ganaderías desde el siglo pasado. Respondiendo a las preguntas de los aficionados, aclaró que desde que dirige la ganadería tampoco ha vendido vacas a otras ganaderías.

 

Respeto al toro y al público

Galache hizo hincapié en el respeto al toro, también por parte de los profesionales. En este sentido explicó que en su ganadería no se utilizan fundas para los cuernos, entre otras razones para no meter al toro en el mueco si no es necesario. «Hay que darle su sito, su espacio» dijo, aludiendo también al manejo de las reses en la dehesa. Y aprovechó para destacar la importancia del toro y del ecosistema que sobrevive gracias a él, algo que según el ganadero el público general desconoce y hay que acercárselo.

Por otra parte defendió que se programen festejos más variados, por respeto al público y al espectáculo. Según el ganadero, el público busca un aliciente, un espectáculo distinto, y no siempre los mismos carteles con los mismos encastes, ganaderías y toreros.

En cuanto a cómo ve el futuro, Francisco Galache manifestó que ya antes de la pandemia de covid-19 y durante ella se hablaba de que era el final del toro, pero por el contrario «ahora se ven muchos más jóvenes que antes en las plazas. Hay futuro».