Tres hombres y una mujer fueron investigados por presuntos delitos contra la seguridad vial por conducir superando las tasas de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, tras ser detectados en servicios establecidos por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Segovia entre las 15.00 horas del día 12 y la 01.30 del 15 de mayo pasados.

El primero de los presuntos delitos fue cometido por el conductor de un turismo, de nacionalidad extranjera con residencia en España, tras cometer una infracción al Reglamento General de circulación en el kilómetro 95 de la N-VI, en el término municipal de Labajos.

En el segundo caso, una mujer de nacionalidad española conducía un turismo por la SG-V-2425, en el término municipal de Fuentidueña, y fue detectado en un punto de verificación de alcoholemia.

En el tercero, un hombre de nacionalidad extranjera conducía un turismo por la CL-607, en el término municipal de Segovia, y fue detectado también de un punto de verificación de alcoholemia.

Además, otro hombre, de nacionalidad extranjera, que conducía un turismo por el casco urbano de Santo Tomé del Puerto sufrió un siniestro vial al chocar contra otro vehículo que se encontraba estacionado.

Tras instruir las correspondientes diligencias por los presuntos delitos, al superar en todos los casos los 0,60 miligramos de alcohol en aire espirado, fueron remitidas a los diferentes juzgados de guardia en la provincia.

El artículo 379.2 del Código Penal castiga con pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años al que conduzca un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas, y en todo caso al que al que conduzca con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.

La ingesta de bebidas alcohólicas por parte del conductor de un vehículo influye en la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía.