|Por Jesús Muñoz|
Alboroto emprendedor y revuelo creativo en sus calles vivieron la decena de vecinos que habitualmente residen en la localidad segoviana de San Martín. Este pequeño núcleo poblacional, dentro del municipio de San Martín y Mudrián, acogió una intensa jornada de trabajo en torno al intercambio de experiencias que promuevan el desarrollo del medio rural.
El espacio “La Adobera” fue sede del Segundo Foro Chico que organizó la cooperativa de iniciativa social enProceso, en esta ocasión dedicado a las metodologías ágiles como herramienta de dinamización de entornos rurales. Cuarenta participantes llegados desde distintos puntos de la geografía española como Navarra, Madrid y la propia provincia de Segovia especialmente de Fuentidueña, Cuéllar, Villaverde de Íscar, Chatún o San Martín y Mudrián pusieron en común sus conocimientos y vivencias. Asimismo, el foro contribuyó a tejer la creación de una red de contactos y de ideas para beneficio personal y de la propia comunidad.
Nada más llegar al espacio, un café-networking valió como toma de contacto entre los asistentes. Varias dinámicas de grupo en la plaza del pueblo sirvieron como antesala de uno de los momentos más importantes de la jornada: la propuesta de temas y definición del calendario de trabajo. Los participantes abordaron un total de 15 propuestas de discusión en torno a la innovación en el medio rural en otras tantas sesiones de trabajo. Cada reunión tuvo una duración aproximada de 45 minutos, dedicándose los cinco últimos a la recapitulación y síntesis del debate en unas pequeñas conclusiones que luego se colocaron en un gran panel preparado para la ocasión. Para su buen desarrollo, tres dinamizadores (o facilitadores, como se les denomina en el argot de las metodologías ágiles), se encargaban de reconducir la conversación aportando ideas a los participantes, si bien dejándoles libertad de actuación.
Entre los temas planteados, destacaron los vinculados con la educación, la formación, la cultura y los canales de participación entre los vecinos, especialmente de los jóvenes y de los niños.
Los pequeños foros de debate se desarrollaron a diversas horas del día en tres puntos distintos del pueblo: los lavaderos, la era y el propio centro cultural de La Adobera. La distancia entre ellos permitía a los participantes desplazarse de un encuentro a otro en caso de que el tema no satisficiera sus expectativas. A la par que se cumplía la máxima del uso de los “dos pies” en el Open Space, sistema de trabajo empleado para la ocasión, los asistentes descubrían el encanto de las edificaciones de adobe que articulan el entramado urbano del pueblo.
“El formato ‘Open Space’ habilita que la gente aporte numerosas ideas y se dé el fenómeno de la hibridación entre los perfiles de los participantes. Ha sido apasionante cómo diversas profesiones como informáticos, arquitectos, educadores u otras relacionadas con el medio ambiente, la empresa o la cooperación cultural y comunitaria se han mezclado y han creado ideas más allá de la limitación de recursos que tiene el medio rural”, comentaron satisfechos al concluir la jornada los facilitadores David Criado y Juanma Gómez que, junto con el coach Edu Cabrera han sido los encargados de conducir las dinámicas del Foro.
“Lo que se pretendía es que cada persona se llevase una idea en concreto y potenciar el valor de cómo a pesar de venir de distintos puntos del país pueden compartir tantas ideas y valores, que no son tantas las diferencias y sí más lo que les une. Para nosotros, ha sido la primera vez que hemos participado en un “Open Space” en el medio rural y la satisfacción es máxima”, afirmaban ilusionados por el trabajo alcanzado.
La jornada de trabajo finalizó con una asamblea a última hora de la tarde para compartir las ideas surgidas de cada uno de los pequeños foros en La Adobera. Ahora, la materialización de todas las ideas depende de cada participante y de los contactos que a título personal han gestado. Probablemente tengan la oportunidad de dar a conocer los avances en un previsible tercer Foro Chico dado el alto grado de expectativas cumplidas.