| Fotos: Gabriel Gómez |
La lluvia deslució el domingo la celebración del Corpus Christi en la villa. Por un lado impidió que la Asociación de Belenistas pudiera decorar la Plaza Mayor con alfombras de sal de colores, como tenía previsto. Por otro, aunque la procesión pudo iniciarse, tuvo que detenerse en la plaza de los Coches a esperar que la lluvia remitiera para poder continuar y cuando lo hizo, el desfile fue más rápido de lo habitual por temor a que la lluvia volviese a caer.
La misa tuvo lugar en la iglesia de San Miguel a las 12.30 horas y seguidamente, se desarrolló la procesión que partió del templo situado en la Plaza Mayor y discurrió por las calles Santa Marina, Trinidad, Plaza de la Huerta Herrera, Chorretones, Plaza de los Coches, Parras, y Santa Cruz, para volver de nuevo a la iglesia de San Miguel, donde concluyó. Acompañando a la carroza desfilaron todos los niños y niñas que han tomado este año la comunión y que sembraron de pétalos de rosa el recorrido en el que se situaron dos altares en la Huerta Herrera y Plaza de Los Coches.
Tras los actos religiosos, los niños recibieron un regalo de la parroquia y acto seguido salieron a la plaza para hacerse una fotografía de grupo junto a catequistas, sacerdote y monaguillos.