| Las cofradías del Nazareno y La Soledad han celebrado actos en las iglesias desde las que debían partir sus imágenes |

| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez |

La nieve que durante la mañana ha caído en Cuéllar ha impedido que pudiera realizarse la procesión de El Encuentro con las imágenes de La Soledad y El Resucitado. En su lugar las Cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que porta al Resucitado, y la de La Soledad, han optado por llevar a cabo sendos actos.

Esta era una edición especial, la vigésima, de esta procesión que las inclemencias meteorológicas no han permitido que se desarrollara.

Los nazarenos se han dado cita en la iglesia de El Salvador desde donde parte para este desfile procesional, mientras que la Cofradía de La Soledad  ha convocado a sus cofrades en la iglesia de San Francisco, que es también su punto de partida.

En El Salvador cofrades, manolas y público han tomado parte en el acto que ha comenzado con el traslado de la imagen del Resucitado en andas hasta el altar mayor, donde ha presidido las lecturas y rezos. La Banda de Cornetas y Tambores ha tenido también protagonismo interpretando varias piezas. No ha faltado la emoción, y en especial la de la hermana mayor, Marta Sanz, que ha tenido que interrumpir su intervención para recomponerse y continuar.

La nave lateral de San Francisco ha acogido los actos presididos por la Virgen de La Soledad. La imagen, con la mantilla de luto cubriendo su manto de gloria, esperaba junto a sus portadores y flanqueada por su Agrupación Musical y algunos cofrades y manolas con mantilla clara. El Hermano Mayor, José Luis Herrero, anunciaba que iban a tratar de desarrollar una acto conmemorativo de ese XX aniversario “que sea emotivo para todos y para honrar a Nuestra Señora”.

El acto ha recreado un antes y un después de la caída del manto de luto con oraciones y el sonido de marchas, que después han continuado con la retirada de ese manto descubriendo el de gloria y entonando el ¡Aleluya! ante la resurrección de Cristo. Con cada pieza musical el trono se levantaba en andas y se movía al ritmo de la música.

Ante La Soledad no ha faltado la emoción de cofrades, manolas, portadores y devotos que no podían contener las lágrimas y la tristeza de no poder procesionar con su imagen en este día.

Así se ha despedido la Semana Santa en la villa que este año ha visto como las inclemencias meteorológicas han obligado a suspender primero la procesión de Jueves Santo con su recorrido por el casco antiguo del municipio, y hoy la de El Encuentro con la que se hubiera puesto el broche final a los actos programados.