| Fotografías de Gabriel Gómez, Nuria Pascual y Pablo Pascual |

El Encuentro entre Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo Resucitado ha puesto hoy el punto final a la Semana Santa cuellarana.

El público ha acompañado de nuevo el desarrollo de la procesión en la calles, aunque de manera especial se ha concentrado en la plaza Mayor donde ha tenido lugar El Encuentro.

La imagen de el Resucitado partía desde la iglesia de El Salvador a las 11.00 horas, portada sobre el trono del Nazareno y acompañada por sus capuchones, un numeroso grupo de manolas que portaban flores blancas en sus manos, y su banda de cornetas y tambores. La imagen se ha dirigido por las calles Arévalo, Segovia, Trinidad y Santa Marina hacia la Plaza Mayor.

La Soledad salía de la iglesia de San Francisco a las 12.00 horas portada en andas por sus cofrades y acompañada por su banda de cornetas y tambores. La virgen, como es habitual, vestía el manto de Gloria color crema cubierto por una mantilla negra. Desde San Francisco, pasando por la Plaza de San Francisco y las calles Carchena y Santa Cruz se ha dirigido a la Plaza Mayor. Los cofrades llevaban el capuchón en color crema, igual al del manto de Gloria que la Virgen lucirá en su hornacina de la iglesia de San Miguel durante los 50 días de Pascua.

Ya en la plaza Mayor ambas imágenes se han saludado inclinándose una ante la otra, antes de que el párroco pronunciara unas palabras. “Celebramos la fiesta más importante de la Semana Santa, la resurrección de nuestro señor Jesucristo”, ha señalado recordando el momento en que resucitó. “Hoy la gran noticia nos llena de alegría”, ha dicho recordando también el sufrimiento de la virgen al ver a su hijo clavado en la cruz. “Ahora su corazón se alegra porque lo ve resucitado triunfador sobre la muerte”, ha dicho instantes antes de que la Virgen fuera despojada de su manto de luto para lucir el de Gloria. El repicar de campanas y los cánticos se han acompañado de la suelta de palomas y también ha habido una lectura.

Las bandas de las cofradías, situadas en el centro de la plaza, han interpretado algunas piezas cerrándose el acto con la entrada del resucitado a la iglesia de San Miguel para presidir la misa y La Soledad ha regresado a San Francisco. Lo ha hecho nuevamente en procesión junto a sus cofrades y banda, y este año como novedad ha variado su recorrido y ha descendido por la calle San Pedro para por la calle Parras y el cruce de San Francisco volver a su punto de salida.