| La Junta ha invertido 150.000 euros, cofinanciado con fondos FEDER |

| Fotos: Gabriel Gómez |

El viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández, ha presentado hoy en Cuéllar las actuaciones de restauración y puesta en valor llevadas a cabo por la Consejería de Cultura y Turismo en  la capilla de Santo Tomé. Ha estado acompañado por la concejala de Cultura, Maite Sánchez, el delegado diocesano de Patrimonio de Segovia, Alberto Espinosa, la responsable provincial de Cultura, Ruth Llorente, además del párroco de la villa, Fernando Mateo, el arquitecto redactor y representantes de la empresa.

La intervención ha incluido intervenciones en los paramentos y un estudio de la decoración pictórica. Esta actuación, que finalizó el pasado mes de mayo, permitirá que en el futuro se puedan restaurar las pinturas y yeserías del interior.

Unas decoraciones que según el arquitecto Gonzalo Bobillo podrían tener “un grandísimo valor” y datar de la misma época que las de los sepulcros de los Corral y Arellano. Su restauración entraría en una nueva fase de la obra que está en estudio y podría llegar a incluirse en el presupuesto regional de 2021.

El objetivo de la intervención, que ha supuesto una inversión por parte de la Consejería de 150.000 euros, cofinanciada con Fondo FEDER, ha sido la puesta en valor de la envolvente del edificio.

Las actuaciones llevadas a cabo han sido las reparaciones en la armadura de la nave principal, restauración de aleros y renovación de la impermeabilización, además de la reposición completa de la cubierta y de la armadura del cuerpo que comunica la nave con el camarín. También se ha desmontado y repuesto la cubierta de la sacristía, con sustitución de la armadura y de los morteros de los paramentos exteriores de la fachada meridional. Asímismo, se ha urbanizado el espacio exterior, en el que se ha eliminado la zona de aparcamiento de vehículos.

 

Santo Tomé

El origen de esta iglesia, que se sitúa extramuros pero dentro del Conjunto Histórico de Cuéllar, se remonta al siglo XIII. La actual capilla de Santo Tomé, de estilo gótico, fue construida como anexo a la antigua Parroquia de Santo Tomé de estilo románico-mudéjar, hoy desaparecida.

De la iglesia primitiva sólo se conserva el ábside de la nave principal, descubierto en las obras de rehabilitación de la fábrica y apreciable desde el bajo comercial del edificio, y la torre mudéjar. Destacan de su interior el arcosolio gótico-mudéjar, de elaborada filigrana en yesería que imita las labores arabescas. A la primitiva iglesia se agregó a comienzos del siglo XVIII el camarín adosado al ábside de la cabecera y en el siglo XIX se construyeron dos alas anexas que conforman la actual sacristía y pasillo de acceso al camarín.

Es en esta zona de acceso al camarín donde se ha intervenido, restaurando las cubiertas que presentaban problemas de filtraciones, desprendimientos y pérdida de materiales.