Más de 400 personas se dieron cita en el Patio de Armas del Castillo de Cuéllar en la noche del domingo para asistir al homenaje que la Banda Municipal de Música de la villa rindió al que fuera uno de sus integrantes, Manolo Pérez Nieto, tras haberse cumplido recientemente un año de su fallecimiento. La gran asistencia de público dejó patente el afecto que no solo los integrantes de la Banda sino también los vecinos de la villa sentían hacia Pérez.

Sobre el escenario dos de los hijos de Manolo, Luis Miguel, director de la Banda y Alba entre los componentes de la formación, además de uno de sus nietos; a ellos se unieron para interpretar las últimas piezas dos hermanos más, Juan Manuel y Celia.

Conchi Sanz dirigió con acierto el viaje que los asistentes emprendieron a través de las Músicas del Mundo de la mano de la banda. No faltaron sus versos hacia el homenajeado que de algún modo estuvo presente, como testimoniaba una silla vacía, sobre la que se depositó una ramo de flores y junto a ella un atril con partituras y el saxo con el que tantas veces interpretó algunas de las obras que el domingo sonaron en su honor en el patio de armas del Castrillo.

La cita se abrió con música africana, con African Symphony, para continuar con música de danzas inglesa con Folk Song Suite, después una marcha mora con Ben Al-Sahagui, un blues americano con The Blues Factory, para adentrarse en los ritmos latinos con Latin American Fever,  seguir con música judía con A Klezmer Karnival y concluir con música española, con pasodobles con Nerva, Agárrate Saxo y Ópera Flamenca. Fue precisamente en los pasodobles cuando se incorporaron los otros dos hijos del homenajeado, Celia y Juan Manuel, que  también formaron parte de esta banda.

Con los pasodobles subieron al escenario cuatro componentes del grupo de danza Sueño Flamenco que siguieron los ritmos que marcaba la banda y que finalmente obsequiaron con unas rosas a su director, quien protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche al entregárselas a su madre junto al ramo que había presidido toda la actuación sobre la silla vacía.

El público ovacionó la actuación de la Banda en pie y ésta les obsequió con un nuevo pasodoble, “Puerta Grande”, en el que de nuevo estuvo acompañada por Sueño Flamenco.