| Fotos: Nuria Pascual, Gabriel Gómez, Rubén García y Carlos Montero | 

Encierro con riesgo y emoción el que han protagonizado hoy las reses de la ganadería portuguesa Condessa de Sobral en Cuéllar. El mayor riesgo ha vuelto a vivirse en la zona alta de El Embudo justo antes de que la manada comenzara a descender cuando uno de los astados se ha desviado hacia la zona izquierda, donde se ubica el público y los vehículos generando riesgo y temor entre los centenares de personas que allí se encontraban que han buscado refugio rápidamente en los vehículos propios o ajenos. Incluso algunos han buscado refugio bajo los vehículos. Los caballistas se han esforzado por controlar la res que  ha recorrido la zona de vehículos para finalmente lograr ser controlada y reconducida con ayuda de los bueyes hasta el recorrido urbano.

Mucho público y buen ambiente en los instantes antes de la suelta en los que muchos se han decantado por degustar las tradicionales sopas de ajo que se ofrecen. Los mozos han esperado a las puertas el momento  con cánticos y alegría.

El alcalde de la villa, Carlos Fraile, ha relatado que la salida de los corrales del Cega se ha realizado con normalidad. Ha señalado que él pensaba que las reses se podrían parar en la zona de pinar pero dos de los novillos han tirado hacia delante con fuerza y la manada se ha partido en tres grupos, lo que ha hecho que los caballistas tuvieran que emplearse a fondo para reagruparla sufriendo las arrancadas de las reses. Una de ellas ha picado a un caballo. En tres grupos han cruzado el paso de Las Máquinas, antes de la hora prevista, para después tras el paso de la carretera de Cantalejo lograr unirles y detenerles junto a la finca de regadío antes del paso del túnel. Tras el paso si se ha realizado una parada más prolongada.

En el traslado campestre ha podido verse a muchas personas acompañando a la manada andando, algo que Fraile ha señalado no ha provocado molestias en el desarrollo del encierro, y ha apuntado que sí han tenido que retirar varios vehículos tras el paso de la carretera de Cantalejo y antes de El Embudo.


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Fraile ha destacado que son novillos con mucha fuerza, con mucha casta que no han podido frenarse en la zona alta de El Embudo por lo que el encierro se ha lanzado ladera abajo minutos antes de las 9.30 horas, la hora prevista para su entrada.  Han llegado a las calles con la manada disgregada completando el recorrido hasta la plaza de toros donde las reses se han vuelto sobre sus pasos creando un nuevo encierro en sentido inverso que ha llegado a descender hasta la plaza de los Coches donde ya se había cerrado la puerta para evitar su avance. Minutos después ha llegado la sexta de las reses con los manos a las calles. Un novillo que ha realizado varios derrotes contra las talanqueras.

El novillo número 6 ha sido el que se ha desplazado hacia la zona izquierda de la parte alta de El Embudo “protagonizado alguna situación de emoción y de tensión”, según el alcalde.

No se han producido heridos en este cuarto encierro, tan solo el director de campo, Pedro Caminero, ha perdido la montura en la suelta, aunque rápidamente ha vuelto a montar y a acompañar el encierro hasta la villa.

 

Colectivos

La Asociación Encierros de Cuéllar señala que el de hoy ha sido “otro traslado excesivamente rápido en el campo, que ha provocado un encierro deslucido en el recorrido urbano en la mayor parte de los tramos”.

“Hoy se ha vuelto a demostrar que el uso de las varas por parte de los pastores puede llegar a ser contraproducente si no se hace correctamente, como hemos podido observar en el día de hoy con dos novillos”, afirman.

La Peña El Encierro apela de nuevo hoy al buen uso que debe hacerse de las varas por parte de los pastores como ya hicieron el lunes. “Hoy hemos podido comprobar en la calle cómo se ha vuelto un novillo con tranco por el uso inadecuado de la vara de un pastor”. Así recuerdan que en la última reunión del protocolo de los encierros “todos estuvimos de acuerdo, incluido el Ayuntamiento, en que dichas imágenes iban a desaparecer de nuestro encierro”. Afirman que en los tres últimos encierros varias personas han recriminado a los pastores su proceder con los toros. “Entendemos que debe ser la organización la que controle estas acciones que no benefician a nuestro encierro”, afirman.