| Fotos: Gabriel Gómez |

Gran expectación despertó en la villa la boda del Rey Pedro I de Castilla con Juana de Castro, `Sponsalia´. Un enlace que se recreó siete siglos después de la mano de los grupos de teatro Los Mirmidones y Tempus Gaudii bajo la dirección de Ángel Gómez.

La recreación rememoró una boda que acogió el municipio en 1354, posiblemente en los primeros días del mes de abril. Una celebración que partió del palacio que lleva el nombre del Rey desde donde partieron los músicos y la comitiva, en total más de 200 personas, y finalmente los propios contrayentes que fueron recibidos en la plaza Mayor con aplausos y el sonido de las trompetas. La música acompañó el desarrollo de todo el evento de la mano de la Banda Municipal de Música así como de diversos grupos instrumentales de la Escuela de Música `Cecilio de Benito´ guitarras, trompetas, dulzainas, percusión…

“Majestad sed bienvenido a este rincón de Castilla que vos bien gobernáis”, dijo Juana Manuel

En la plaza Mayor se recibió a los Reyes dándoles la bienvenida y ofreciéndoles la hospitalidad de los cuellaranos “y reconocimiento a su grandeza”. También les mostró su colaboración la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar y en su nombre representados por sus estandartes estaban las localidades de Arroyo de Cuéllar, Campo de Cuéllar, Pinarejos, Gomezserracín, Vegafría, Campaspero, Escarabajosa de Cuéllar y la propia villa. Ante sus majestades compareció, en acto de ofrenda, en nombre de la villa de Cuéllar y de su Comunidad, Doña Juana Manuel, señora y dueña de las tierras de Cuéllar. “Majestad sed bienvenido a este rincón de Castilla que vos bien gobernáis”, manifestó con el deseo de que su boda en la villa “sea una gala digna de recuerdo”.

Ante el Rey Dom Sem Tob, el infante don Juan Manuel, el Arcipreste de Hita y el cronista López de Ayala realizaron la ofrenda cultural entregando parte de su obra como presente a los contrayentes. También un grupo de danzantes deleitaron a los Reyes con sus danzas medievales.

La comitiva emprendió desde allí camino hacia el Castillo, un recorrido que los Reyes ya realizaron a lomos de sendos caballos. Los vecinos desde sus balcones y ventanas, engalanados para la ocasión, sembraron de pétalos de rosa su paso por las calles. En la puerta de San Martín los Reyes se detuvieron, al igual que lo hicieron en sucesivas ocasiones en su camino hacia el Castillo. Esto y lo extenso de algunas de las escenas, como la de la plaza Mayor, contribuyeron a que finalmente el evento se prolongara durante casi cuatro horas.

El patio de armas del Castillo acogió el acto de vasallaje. | Foto: Gabriel Gómez |

Ya en el Castillo tuvo lugar el acto de vasallaje que los nobles solían prestar a los reyes, el acto de proclamación de la carta arrarum del rey y de la reina y la declaración de fidelidad que representantes del clero y la nobleza prestaron a los reyes. Allí pendones y estandartes rodearon a los contrayentes.

Los Reyes allí se retiraron para prepararse para el enlace. Una vez listos, los músicos y la comitiva caminaron hacia la iglesia de San Martín donde se celebró el enlace, los obispos recibieron a los Reyes a las puertas del templo, donde accedieron Pedro I y Juana de Castro al son de músicas religiosas del Medievo de la mano de los Ministriles de Cuéllar. El obispo de Salamanca fue el encargado de oficiar la ceremonia, un acto solemne que concluyó con el beso de los Reyes sellando su matrimonio.

Los festejos se trasladaron después al Castillo donde se llevó a cabo el homenaje popular. Allí la Escuela Municipal de Música, la Agrupación Coral Cuellarana, los Ministriles de Cuéllar y los danzantes medievales ofrecieron a Reyes, nobles y visitantes un recital.

Protección Civil y Cruz Roja velaron por el desarrollo de los actos en sus diferentes escenarios. Así tanto en la plaza Mayor como en el Castillo se dispuso de sillas reservadas para que las personas mayores o discapacitados pudieran seguir los actos.

El intenso calor provocó que se produjeran dos desvanecimientos durante el desarrollo de los actos, que fueron atendidos por Cruz Roja y por personal sanitario que se encontraba entre los asistentes.