|Por Luis Senovilla*|

Llega el verano y a todos nos apetece el frescor de la noche. Después de un día caluroso el sentarnos con los amigos en una agradable charla nocturna es reconfortante. Dejar las ventanas abiertas para que la noche refresque nuestras casas y dormir a pierna suelta es también otra de las ventajas de este clima nuestro que tiene unas variaciones significativas entre el día y la noche. Pero no todo es bonito, por la mañana se ve el trabajo hecho por la noche y no todos han respetado el descanso de los demás o han recogido sus desperdicios. Entre nosotros también hay groseros, hay sucios y aprovechados. Los servicios municipales de limpieza trabajan más de lo que pueden para atender nuestras necesidades, pero si dejamos nuestras calles y parques como si fuesen el cubo de la basura su trabajo no termina nunca y además nunca tendremos la limpieza que merecemos y la higiene que garantice nuestra salud.

En estos días de noches calurosas las pintadas, la rotura de mobiliario urbano, el abandono de desperdicios, el ruido y las muchas formas que los incívicos conocen para molestar a los vecinos se ponen de manifiesto alterando nuestra forma de convivir en el mismo espacio, con el mismo aire y con el mismo calor.

Desde el Ayuntamiento queremos manifestar nuestra preocupación por estos comportamientos propios de vándalos o de malintencionados que socavan nuestra convivencia y no respetan ni la propiedad pública ni la privada, y solicitamos la colaboración de todos para con respeto y educación cambiar estos comportamientos incívicos.

* Concejal de Patrimonio, Deporte y Festejos del Ayuntamiento de Cuéllar.