Un centenar de velas iluminaron ayer el interior del Santuario de El Henar en una edición atípica del tradicional Rosario de Antorchas que cada año rodea la pradera en la víspera de la romería de la virgen.

Cumpliendo con las limitaciones de aforo establecidas, un centenar de personas asistieron a la misa, a la que siguió el encendido de las velas y el rezo del rosario en el interior del templo. Un rezo que presidió una cruz especial, según explicó el rector del Santuario, Carlos García, ya que este año era el primero sin la presencia de los Padres Carmelitas y él quiso que estuvieran muy presentes en ese acto presidiéndolo una cruz pintada por el padre Florentino Bocos, el último prior carmelita del Santuario. Dos velas encendidas escoltaron a la cruz ante el altar, presidido por la virgen de El Henar.

Las hermanas Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, quienes regentan ahora el Santuario, cantaron en la misa y fueron las encargadas de ir guiar los misterios del Rosario.

El Rosario pudo seguirse desde el exterior del templo, aunque fueron pocas las personas que se dieron cita allí, y también a través del canal de Youtube del Santuario.

Se vivió un Rosario de Antorchas muy diferente al de ediciones anteriores, sin recorrido en torno a la pradera y sin centenares de fieles,  a causa de las medidas sanitarias y la distancia de seguridad por la pandemia de COVID-19, pero en el que los asistentes renovaron su devoción a la virgen.