| Fotos: Mª Eugenia González |

Un campeonato del mundo no se gana todos los días y eso es lo que pensaron los vecinos de Vallelado que ayer se organizaron para recibir como se merecía a Carlos Baeza que el sábado se alzó junto a Isaac Ciaurriz como campeón del mundo sub-22 en frontón de 36 metros, en la modalidad de pala corta. Así Baeza llegaba ayer por la tarde junto a su familia, desde Biarritz donde se disputó el campeonato, a las puertas de su casa le esperaban sus vecinos, amigos y familiares deseosos de celebrar con él el título. Sorprendido Baeza se bajó del coche y pasó bajo el improvisado arco de palas con que le agasajaron y no pudo evitar emocionarse y derramar algunas lágrimas. En la puerta de su casa una pancarta decía “Enhorabuena Carletes, campeón”. No faltó el champán no los petardos para festejar este triunfo de la pelota valleladense.

Seguro que Baeza recordó a su abuelo, Luis, uno de los pioneros de la pelota en Vallelado y con el que empezó una saga que él culmina.