Una de las pistas se ubicó en la Huerta de la Alegría junto a los Paseos de San Francisco.

Una de las pistas se ubicó en la Huerta de la Alegría junto a los Paseos de San Francisco.

|Por Isaías Rodrigo|

En el verano del año 1944 un grupo de amigos, observando que Cuéllar estaba falta de algo en verano para que la juventud lo pasase lo mejor posible y no pasar ese calor que era insoportable en los salones cerrados bailando, tuvieron el acierto de fundar una sociedad que llevo el nombre de El Estival.

Este grupo de amigos fueron Alfredo Fernández, Eugenio de Rojas, Juan José Herrero, Juan F. López, Fernando Martínez Quemada y Eduardo Gil.

La pista de baile se abrió el día de San Pedro del verano de 1944. Estaba ubicada en la Trinidad en un cercado de Alfredo Fernández. Fue un gran acierto pues tanto el pueblo como la juventud lo acogió con alegría y buen rollo, y a partir de ese momento Cuéllar parece que cambia de rumbo en la diversión del pueblo del pueblo porque allí asistían igual jóvenes que casados. Comenzaron presentando grandes orquestas. Pero como pasa siempre “la alegría de los pobres dura poco”, pasaron unos pocos años cuando el señor Basilio de la Torre, un poco molesto por no haber contado con él, el grupo Estival, abre en San Francisco una gran pista de baile con el nombre de “Alegría de la Huerta”, en la cual comienza la correspondiente competencia, que el pueblo se beneficia totalmente, pues fue tan brutal que fue desde no cobrar por la entrada hasta competir con las mejores orquestas musicales del momento.

La sociedad de El Estival, se vio obligada a cambiar de lugar, su pista, y abrió las puertas de ésta, en el lugar exacto donde está hoy la cafetería Estival. Aquí  fue cuando se vio la competencia entre las dos pistas, frente a frente trataban de llevarse a la juventud a su baile Los jóvenes en aquellos momentos seguían a las jóvenes que eran las que marcaban la pauta de que orquesta les gustaba más y allí se iban los mozos acompañando a su chica preferida y novia. Fue un trajín de idas y venidas, hasta que se estableció el baile en una de ellas.

Esta situación no podía durar mucho y siempre la cuerda se rompe por el lado más débil, y aquí es cuando la sociedad El Estival cambia de propietario y pasó en sus últimos años a un señor de Traspinedo que al final cerró.

En aquel momento entró en acción Silvio Pascual  comprando el jardín donde está la pista Estival y construyendo un gran edificio con una gran cafetería y la discoteca que hoy continúan.

Sobre la historia del jardín, éste fue propiedad de Manuel del Amo, y estaba dividido en tres bancadas, donde estaba la pista, otra con sus flores y terrazas, y la ultima arriba del todo donde tenían una casa. Esta finca en la planta a nivel de calle, antes de que Silvio hiciera las obras la fachada, estaba retranqueada unos cuatro metros de la alineación que tiene actualmente. Durante la guerra civil, se construyó un refugio contra la aviación en el centro de la fachada, y si nadie lo ha tapado allí estará, tenía unos diez a quince metros de fondo por unos cuatro metros de ancho.