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Participantes en el encuentro de voluntarios de Aspace Castilla y León en la casa parroquial de Cuéllar. | Foto: Gabriel Gómez |

La Federación de Asociaciones de Atención a Personas con Parálisis Cerebral y Discapacidades de Castilla y León, ASPACE, ha elegido Cuéllar este fin de semana para celebrar su encuentro anual de voluntariado.

Una treintena de voluntarios de las entidades de las 9 provincias de la región se dan cita en la villa en este encuentro con el que se les agradece su trabajo, intercambian experiencias y en el que desarrollan diferentes actividades como un taller de Biodanza y visitas a los recursos turísticos del municipio. Los voluntarios han llegado desde Burgos, Salamanca, Valladolid, León y Palencia.

ASPACE cuenta en la región con unos 300 voluntarios, ellos desarrollan un papel importante especialmente en las actividades de ocio de los usuarios que sirven para normalizar sus vidas y en el acompañamiento en terapias. Así lo señaló Gustavo Herguedas, técnico de la Federación ASPACE.

En Segovia ASPACE cuenta con unos 36 usuarios y en la región se atiende a unos 2.500.

En esta actividad de voluntariado cuentan con el apoyo de empresas y establecimientos de la zona que les proporcionan bebidas y alimentos.

Esmeralda de Zamora, lleva varios años colaborando con la Asociación, a la que acude siempre que puede y cuando la requieren para alguna actividad. Comenzó colaborando en unas vacaciones hace unos 8 años y desde ese momento ha mantenido su vinculación. Su formación como terapeuta ocupacional le ayuda en su participación. Ella considera estos encuentros de voluntarios “muy positivos porque conoces mucha gente, haces muchas actividades…”.

Desde Burgos llega Rodrigo Díez, otro de los voluntarios de ASPACE que se ha incorporado recientemente al colectivo de voluntarios de la entidad. Algo que comenzó a través de su hermana pequeña, trabajadora de ASPACE, lo que le permitió conocer a los trabajadores, a los usuarios y lanzarse a colaborar con ellos hace medio año en unas vacaciones. Díez confía en aprender este fin de semana cosas que después pueda aplicar con los usuarios, al tiempo que compartir experiencias con otros voluntarios.

Dhyana Martín es la encargada de impartir el taller de Biodanza, algo que señaló es un sistema de integración humano “y va muy bien con su labor, es muy de corazón, es una danza que no es coreográfica, abre el corazón, trabaja las emociones y trabaja mucho el autocuidado”, afirmó. Precisamente en ese autocuidado y en la nutrición enfocó el taller con los voluntarios. Aseguró que les servirá “para cargar pilas, reforzarse y poder hacer luego su labor de forma más expansiva”.