Encierro ascendiendo por la calle santa Cruz en los años 40.

Encierro ascendiendo por la calle Santa Cruz en los años 40. |Foto: Rafael, cedida por la asociación C. La Plaga|

|Por Isaías Rodrigo|

Ya llevo unos años que por mi cuenta y riesgo voy poniendo en mis artículos unas notas sobre lo bueno que sería para nuestra querida villa de Cuéllar, un cambio en las fechas de la celebración de nuestros encierros, he publicado poesías más buenas o más malas pero el pueblo si entiende lo que yo deseo. Un cambio de fechas bien estudiado por personas solventes, en la materia y ayudados por otras como podían ser los representantes de las peñas, que tanto bien hacen en nuestras fiestas, y por supuesto por el Ayuntamiento, los comerciantes, industriales, los servicios… que ellos tienen una ganancia si al pueblo acuden a festejar los encierros muchas más personas con tiempo y tranquilidad, sin prisas de ver terminar las vacaciones, como va a suceder este año al ser tres de los encierros en el  mes de septiembre. Ya veremos cómo merma en visitantes el martes miércoles y jueves, que unos tienen que volver a sus trabajos otros que los hijos se preparan para el nuevo curso y tienen que estar despiertos para el examen que tiene que hacer por ejemplo el día 4, si estuvo de juerga como joven toda la noche del día 3 .

Y los hijos de la villa que están fuera por sus trabajos, y vienen con toda ilusión como cuellaranos a celebrar sus encierros que para ellos cuando suenan las notas del A por ellos estén donde estén bailan con toda la ilusión que tuvieron en su niñez y juventud, y este año tienen que irse en los principios de la fiesta (que desilusión)

Pues bien, nuestras fiestas han tenido sus altos y bajos durante tantos años como se vienen celebrando y a partir del año de 1.917 se comenzó a hacer la fiesta en agosto, como acredita el escrito del señor Gobernador de turno. Antes se hacían A partir del año de 1.917 se comenzó a hacer la fiesta en agostoencierros el día de San Juan, luego se hacían en julio los días 6 y 7.  Como en estas fechas el labrador estaba en plena faena de recolección, los encierros se hacían a las seis de la mañana para que pudieran acudir estos vecinos, por lo tanto el alcalde Don Mariano de la Torre, tomo la decisión de hacer la fiesta en agosto, lo cual le costó la correspondiente coplilla, que decía esto: “Don Mariano de la Torre, /Pequeñito y revoltoso/que ha cambiado los novillos,/ Al veintisiete de agosto”, así fue resuelto el cambio de fechas en aquellos lejanos tiempos. En 1 924 en una sesión hubo dos concejales, señor Hernández y señor Nubla, presentaron un escrito pidiendo que las fiestas de los toros se celebraran “La última semana de agosto y así estarían todos los días dentro del mes de agosto”, no prosperó por falta de consenso, y así estamos.

Como siempre pasa en estos casos hubo vecinos que estaban descontentos, y entonces otro alcalde llamado Mariano Martín, este para que el pueblo estuviera contento en su mayoría tomo otra decisión, y promovió un pequeño referéndum para que nadie dijera que era otra alcaldada, y el resultado fue que las fiestas se hicieran el último domingo de agosto y así estamos hasta hoy salió la correspondiente coplilla que decía esto: “El nueve de mayo / El pueblo cuellarano/ Se ha reunido en la plaza,/ Para ver en que quedamos, / El alcalde los ha dicho// Imposible la capea, /Puede subir a firmar, Cada uno lo que quiera,/Don Mariano Martín /es un hombre formal / Que da los toros a votos/A gusto del personal, /Así quedaran contentos, / Toda la villa de Cuéllar,/ Muchachitos y muchachas /Señoritos y doncellas/¡Señor alcalde¡ ¡señor alcalde¡/ Si no hay toritos tampoco baile,/ Y si no hay baile/ Tampoco misa/ Porque los mozos no la precisan”, caso resuelto con humor. Yo en mi humilde opinión sigo diciendo que Cuéllar se merece un cambio en sus fechas de toros, para evitar que cada cuatro o cinco años las fiestas se partan en los meses de agosto y septiembre con el correspondiente perjuicio para los cuellaranos y visitantes.

¿Qué reparos pueden poner las personas que no estén de acuerdo con el cambio?, la tradición ¡no¡, la costumbre ¡no¡ o el decir no solo por decir algo. Lo mismo que se ha cambiado el itinerario urbano, varias veces y no paso nada igual se puede hacer esto y nada pasará.

Para aquellas personas que no saben que en 1.200, el encierro entraba por la calleja las Vacas, (según escrito de Isidoro Tejero), Chorretones, las Parras, Santa Cruz, luego hasta el año 1.924 estuvo entrando por la calle del Rosario, y cuando se construyó la nueva plaza se cambió al actual recorrido, de tradición nada de nada. La costumbre tampoco.

De igual forma se ha cambiado el itinerario por el campo, como digo en 1.200 el ganado salía de la Vega pasaba por detrás de la maquinilla camino del Santillo hacia la torre de El Salvador que enfilaba la calle las Vacas. Hasta 1940 el ganado estuvo saliendo del Prado Vega dirección a los Arenales, carretera de Segovia hasta la llegada al pueblo que entraban por el camino de La Resina (hoy calle), las Parras y Santa Cruz. Más tarde el ganado salía del Tabladillo con dirección a la carretera de Segovia pasaban el Cerquilla y hacía el mismo recorrido, luego salieron unos años del molino de La Corredera, pasaban el puente del Cega y llegaban por los pinares hasta pasado el Cerquilla, subían a Valdeholmos y bajaban por el camino los Gallegos a Santa Clara, y allí se picaban y se comenzaban las carreras, el ultimo cambio fue allá por 1.970 que el alcalde señor De las Heras construyó el actual corral y la llegada ya todos conocemos el famoso Embudo.

Siendo alcalde don Felipe Suárez Muñoz, este señor que tenía una visión de desarrollo de su querido pueblo, para elevar la fama de nuestros encierros tuvo la gran idea de poner un encierro el Domingo de Toros como hemos conocido toda la vida y de toros no tenía más que el nombre, pues bien este estreno fue tan desbordante para los establecimientos hoteleros y casas de comidas, que con la avalancha de visitantes que llegó a presenciar el nuevo encierro, ( se habló de que nos visitaron cerca de 40.000) personas nadie pudo prevenir aquello y en todos los establecimientos se agotaron comidas, bebidas y todo cuanto estaba previsto, los comercios de alimentación tuvieron que abrir para poder abastecer aquello. Hace pocos días lo comentaba yo con una persona que en aquel día tenía su bar y me decía que se agotó todo “desde los licores hasta toda la despensa que teníamos”. Fue un gran desmadre de público, nunca más se vio, solo por lo nuevo que también fue acompañado por una corrida de toros. Esto es lo que se puede provocar si las fiestas no se cambian en agosto,  puede haber una desbandada, de falta de público, por motivo de fin de vacaciones y comienzo de los colegios, pensemos un poco y pongámonos ya a trabajar sobre el asunto.

Yo creo que las personas, que son la mayoría, desean este cambio solo está que alguien de el primer paso y se ponga a trabajar sobre el asunto, yo me comprometo a recibir todos los apoyos al tema en mi correo electrónico, que es este (isaiaspache@hotmail.com) y con los resultados se puede formar una comisión de personas interesadas y presentar en su día un escrito al concejo para que se tome el acuerdo y el próximo año celebremos nuestras fiestas todas dentro del mes de agosto, cuellaranos adelante por el cambio.