| Fotos: Gabriel Gómez |

La Comunidad de Regantes Comarca Páramo de Cuéllar celebró ayer su asamblea constitutiva. En conjunto abarca una superficie de 12.000 hectáreas de regadío, según señaló el presidente de la gestora, Víctor Alonso. Entre los cultivos que realizan hay colza, cereal, remolacha, patata, girasol, alfalfa… “todos los que la agricultura necesita para alimentar a la población, a la ganadería…”, afirmó.

La asamblea tuvo lugar en la sala Alfonsa de la Torre y contó con la presencia del director general del Itacyl, Rafael Sáez.

“Hacemos un uso eficiente del riego, tenemos más dotación de la que utilizamos, conscientes de lo que tenemos que hacer”, señaló Alonso. Toman el agua de una balsa subterránea que está por encima de los Arenales y que abarca toda la comarca y municipios de diferentes provincias.

La Comunidad agrupa a 1.223 propietarios y unas 120 explotaciones agrícolas.

El proceso de constitución de la Comunidad culmina ahora, pero se inició en 2014 a causa de unas denuncias por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero.

Desde el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Itacyl, y la consejería de Agricultura han prestado un apoyo “firme y total” a los regantes desde el inicio de los trámites de creación de la Comunidad. Así lo señaló, Rafael Sáez, director general del Itacyl, destacando que les parece “una nueva forma de gestionar las aguas subterráneas que es necesaria“. Subrayó que para la consejería las aguas subterráneas “son prioritarias” ya que “generan una actividad vinculada al medio rural fundamental, son fuente de actividad, con cultivos de un valor añadido importante y una fuerte vinculación a la industria agroalimentaria”. Por ello consideran que el mantenimiento de la actividad que se basa en el uso de esas aguas subterráneas ha sido clave “y seguirá siendo en el futuro importantísimo para el desarrollo rural de todas estas zonas”.

Sáez indicó que la apuesta de la consejería en estos momentos tiene entre sus prioridades el impulso del riego desde las aguas subterráneas “nos parece que esta nueva forma de gestionar es una oportunidad para poder realizar actuaciones de inversiones con estas comunidades de regantes que consigan mejorar la eficiencia tanto energética como en el uso del agua”. Así subrayó la importancia de poder utilizar estos recursos y garantizar su uso en el futuro como garantía para que las explotaciones vinculadas puedan continuar con su actividad en el territorio.

Desde la Junta se está informando a las comunidades de regantes de aguas subterráneas constituidas sobre las posibilidades que pueden implementarse “instalando infraestructuras que mejoren la eficiencia en el uso del agua, la gestión del riego en las propias explotaciones y reduciendo los costes energéticos”, dijo Sáez. Añadió que las inversiones que desde la Junta se realizan en regadíos van asociadas a un proceso de reorganización de la propiedad “que tiene como finalidad facilitar y mejorar la conservación de los objetivos que hacemos con estas inversiones”. Esa reconcentración parcelaria se planteará desde la consejería y la comunidad deberá ser quien la apruebe.

La Comunidad de regantes deberá en su próxima reunión en diciembre elegir a su directiva que se sugirió pudiera estar integrada por la propia junta gestora actual, a la que podrán sumarse otras candidaturas para el proceso electoral.