| En total se han presentado 89 imágenes de 22 fotógrafos |
La imagen de un perro disfrutando del entorno de la iglesia de La Asunción del Duratón, realizada por el cuellarano Pedro Arranz, ha sido la ganadora del primer premio del octavo Concurso Fotográfico de Prodestur. El jurado ha elegido esa imagen por su composición y el equilibrio de sus luces y sombras, y su autor recibirá 700 euros.
El protagonista de la instantánea merecedora del segundo premio parece complacerle el ambiente de una Pedraza que se atisba repleta de turistas. Testigo relajado desde el empedrado de una de sus calles, el perro muestra la ‘Serenidad’ del título de la imagen tomada por Juan José Fernández, quien recibirá 200 euros por ella en la entrega de premios del Concurso, que tendrá lugar en los próximos días en la Casa del Sello. Finalmente, y con un premio de 100 euros, Casilda Ezquerro también formará parte de la foto de los ganadores, gracias a ‘Volviendo a casa’, la estampa en vertical de dos perros caminando juntos por la carretera que lleva a Carbonero de Ahusín.
Con el objetivo de poder promocionar el turismo familiar extendido a todos los miembros de la familia, incluidos los que son considerados ‘mascotas’, el organismo de Turismo de la Diputación convocó en el mes de junio una nueva edición de su concurso fotográfico; que se ha convertido en el banco de imágenes para promocionar la provincia de Segovia en ferias, folletos y calendarios.
En total han sido 89 las instantáneas presentadas por veintidós fotógrafos, que dan fe de que Segovia, como manifestaba esta mañana el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, “es una provincia en la que nuestros animales se pueden sentir cómodos, entretenidos, emocionados y hasta pasionales, como hemos podido comprobar en algunas de las fotos”; pero, sobre todo, de que “en los pueblos de Segovia nuestras mascotas serán bien recibidas y podrán disfrutar del patrimonio natural y también del patrimonio histórico que atesora la provincia”.
“Es un concurso que nos ha dejado imágenes muy simpáticas”, reconocía Magdalena Rodríguez, quien lamentaba “no poder premiar a la inmensa mayoría de ellas, ya que sus autores nos han mostrado, una edición más, modos de ver nuestros pueblos desde perspectivas que a lo mejor no habíamos imaginado antes”.