El Vía Crucis con la imagen el Cristo del Calvario de la iglesia de Santa María de la Cuesta, portado por miembros de las distintas cofradías, dio ayer continuidad a la programación de la Semana Santa cuellarana.
Partió de la iglesia de San Andrés y recorrió las catorce estaciones dispuestas hasta la iglesia de San Miguel, acompañado de numerosas personas que tuvieron que soportar un intenso frío especialmente en la primera parte de la procesión por la parte norte de la localidad.
Una vez finalizado el Vía Crucis, se llevó a cabo el traslado procesional del Cristo del Calvario desde el templo de San Miguel hasta la Capilla de Santo Tomé, portado por miembros de la cofradía de El Calvario y acompañado por la banda de dulzainas y tambores de esta hermandad y de la cofradía de La Dolorosa.