Superado desde el inicio por su rival, encaja la séptima derrota liguera.
|Por Daniel Martín|
El Cuéllar Eufón volvía a caer goleado ante un rival que le pasó por encima, y que se aprovechó de la fragilidad defensiva cuellarana. En ningún momento los de Félix Blanco pusieron en peligro la victoria local, y no es que sigan sin conocer la victoria, sino que encajan con suma facilidad y en ataque no generan ocasiones.
Octava jornada, séptimo partido liguero y el Cuéllar Eufón iba a tocar fondo. Arrollado por un rival de su Liga, que apenas había ganado un partido, pero que se iba a dar un festín en una plácida tarde. Muy pronto, en el minuto ocho, un ex del Cuéllar Balompié, el arandino Luis iba a conseguir marcar el primer tanto. Batía con facilidad al guardameta italiano, Rober.
Era un querer y no poder para un Cuéllar que no conseguía triangular, que erraba muchos pases fáciles, y que se veía claramente superado. Pese a ello los locales tampoco conseguían generar llegadas claras, y el partido entraba en una fase de tedio, de imprecisiones.
Hasta que antes del descanso, Santirso superaba a Rober, pero un defensor cuellarano sacaba el balón sobre la misma línea de gol. El árbitro, apoyado en la decisión de su linier, daba el gol por válido y el Cuéllar Eufón veía como el 2-0 era una losa demasiado pesada.
Tras el paso por vestuarios el partido no cambiaba de guión, y los locales volvían a gustarse, y a conseguir un nuevo gol. En esta ocasión era Ángel Benito el que conseguía el tanto. Félix Blanco, técnico cuellarano, movía el banquillo, pero sus pupilos no conseguían entrar en el partido.
Ya en la recta final del choque, Álvaro Maté, que había salido desde el banquillo hacía el definitivo 4-0. Aún quedaba tiempo para que el Cuéllar se quedase con un jugador menos, tras la expulsión a cinco minutos del final de Pablo Montero por doble amarilla.
Ya no es el resultado adverso, sino sumar una nueva baja para el próximo partido, encima en el derbi provincial ante el Unami. Para ese choque el Cuéllar ya cuenta con cinco bajas, por lo que a perro flaco todo son pulgas, y a la mala clasificación se le juntan todas esas ausencias.