El fuerte viento que desde ayer se registra en la villa ha provocado diversas caídas de árboles en centros escolares y parques y han llevado al corte al tráfico del camino del Alamillo.

En el colegio San Gil un árbol de grandes dimensiones ha caído desde sus raíces sobre una valla y se ha partido generando algunos daños en una zona embaldosada del patio. Los operarios municipales han estado desde primera hora de la mañana retirando los restos de ese árbol y el alcalde de la villa, Carlos Fraile, ha señalado que se comprobará el estado del resto de árboles del recinto para evitar, en los posible, sucesos similares.

Otro de los árboles ha caído en los Paseos de San Francisco y uno más en la calle central del parque de la Huerta del Duque, ha señalado Fraile. En el caso de la Huerta del Duque la humedad del terreno y el elevado porte del árbol ha hecho que el árbol cayera con el efecto del viento.

Además el camino del Alamillo ha sido cortado al tráfico, como ya sucedió el pasado 21 de diciembre, para evitar los daños que pudiera causar el desprendimiento de las chapas de uno de los tejados de la fortaleza. Fraile ha señalado que la dirección provincial de Educación continúa pendiente de acometer la obra para la sujeción de esas chapas. La calle permanecerá cortada al tráfico mientras se mantenga la alerta por vientos.

El alcalde ha señalado que no han sido muchos los avisos que han recibido a causa del viento, en comparación con los que se produjeron en diciembre.

Fraile ha querido señalar la importancia de las actuaciones que desde la concejalía de Medio Ambiente se han llevado a cabo talando y podando árboles en el Puente del Segoviano, en la carretera de Peñafiel y en la Huerta del Duque, eliminando ejemplares en mal estado o que podían provocar situaciones de peligro. Unas actuaciones que  “han limitado bastante los efectos del temporal”, ha dicho.

Finalmente el alcalde ha querido pedir disculpas a los vecinos por las molestias que las medidas adoptadas puedan ocasionar y ha recordado la conveniencia de no transitar por los parques y  ni junto a los edificios por los posibles desprendimientos que pudieran producirse.