Con más asistencia de publico que el día de Año Nuevo, la imagen del Niño de la Bola volvió a salir en procesión el Día de Reyes para cumplir con la tradición. Una procesión que alejada del sol y las agradables temperaturas que acompañaron su desarrollo el primer día del año, en esta ocasión discurrió bajo la niebla y el intenso frío de invierno. Una estampa que no desanimó a los numerosos asistentes y que dejó bonitas imágenes del recorrido. Con inicio en la Plaza Mayor de Cuéllar, la procesión ascendió por la calle del Colegio, el Mercado del Pan hasta el templo de San Esteban donde se entonó su oración y unos villancicos, para después tomar camino de vuelta hacia la iglesia de San Miguel bajando las empinadas calles Duque de Alburquerque y La Morería, y retornando a la iglesia parroquial después de casi dos horas y media.
En esta ocasión acompañaron el desarrollo de la procesión gran parte del Grupo de Danzas Villa de Cuéllar con danzantes veteranos y muchas nuevas incorporaciones, que contribuyeron a animar los bailes de cara a la imagen como es tradicional, al son de la música de los Hermanos Ramos y el acostumbrado acompañamiento de las tejoletas.