| Se sirvieron unas 1.000 raciones de esta tradicional elaboración |

| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez |

Como cada martes de las fiestas del barrio ayer en El Salvador centenares de personas se dieron cita para degustar las tradicionales patatas con carne, cerrando la programación. Un guiso cuya elaboración dio comienzo por la mañana con la preparación de los ingredientes y continuó por la tarde en el atrio de la iglesia, con una veintena de mujeres al frente, pelando patatas, cachándolas y preparando las ollas para su cocción. Ellas reclaman que los jóvenes del barrio se vayan sumando a esta actividad popular para que no se pierda su celebración.

En total se utilizaron 400 kilos de patatas, donadas por la Cooperativa Glus I, 70 de carne, pimiento verde y rojo, cebolla, ajo, hoja de laurel, pimentón, sal, aceite y agua. También contaron por segundo año con el buen hacer de Fernando Quevedo, un vecino del barrio que durante años fue cocinero en un restaurante de Mallorca. Para acompañar a las patatas pan, vino y el sonido de las dulzainas con la celebración de la XXII Concentración de Dulzaina y Tamboril del barrio.

Antes de las 22.00 horas comenzaron a servirse las patatas. Los comensales portaban sus platos, recipientes y cucharas para la degustación. La mayoría optaron por comerlas en grupo con sus amigos y familiares en las mesas habilitadas en el atrio de la iglesia o en sus viviendas o merenderos. La cola para recoger las patatas fue larga y el reparto se prolongó durante más de hora y media. Llegaron a servirse unas 1.000 raciones.

En la noche del lunes la degustación de sopas de ajo contó también con mucha asistencia, tanta que los organizadores se quedaron sin existencias.

Desde la Asociación del barrio, Alberto Llorente, señaló la gran afluencia de público que ha habido en las diferentes actividades organizadas, a pesar del frio. También hizo un llamamiento a que se produzca ese relevo generacional en las actividades, especialmente en la preparación de las sopas de ajo y las patatas para que no se pierda esa tradición.