El libro ‘Segovia Callada’ recoge en sus páginas 107 parajes inhóspitos del patrimonio religioso, civil e industrial de la provincia de Segovia, catorce de los cuales se encuentran en la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, entre ellos el torreón de Santa María del Otero en Lovingos, que ilustra la portada de la publicación.
El fotógrafo y editor Enrique del Barrio y la periodista e investigadora Esther Maganto se sumergen en el paisaje provincial para ofrecer al lector un nuevo libro de viajes en el que los verdaderos protagonistas son iglesias, conventos y ermitas, además de castillos, murallas, palacetes civiles y casas señoriales; ranchos de esquileo, molinos y fábricas, junto a despoblados, ventas o estaciones de tren, agazapados en ocasiones entre el caserío urbano circundante, o alejados sobremanera de cualquier viso de civilización.
Aunque la obra presenta numerosos ejemplos localizados en la “Segovia vacía”, se aleja de un discurso pesimista al recoger en su selección los últimos casos de éxito vinculados a intervenciones de conservación y restauración del patrimonio cultural. Para facilitar su lectura se ha ordenado geográficamente de acuerdo a la división propia de las Comunidades de Villa y Tierra de la provincia de Segovia, aunque si el lector es un viajero y caminante empedernido podrá acceder a los distintos enclaves gracias al apoyo de una herramienta interactiva, un código QR en cada ficha que se podrá leer a través del móvil para llega r a su ubicación exacta.
Esta semana ‘Segovia Callada’ estará ya en las principales librerías de la provincia, en Cuéllar en El País de Jauja. Y llega “haciendo ruido”, mostrando los portentosos amaneceres y atardeceres captados por la cámara de Del Barrio, y los textos de Maganto, quien tras revisar la bibliografía que ofrecen los autores locales, retoma sus indispensables aportaciones para salvaguardar su memoria.
Villa y Tierra de Cuéllar
En la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar se encuentran 14 de los elementos patrimoniales recogidos en el libro. Así además del torreón de Lovingos aparecen en Cuéllar el convento de la Trinidad y el Monasterio de San Francisco; en Escarabajosa de Cuéllar la iglesia de san Bartolomé de Pociague; en Adrados la ermita de San Benito; en Fresneda de Cuéllar el Molino de Alvarado; en Fuentes de Cuéllar la iglesia de san Juan Bautista; en Hontalbilla la fábrica de harina; en Lastras de Cuéllar el Molino del Ladrón y el Molino-Batán de Garrido; en Mata de Cuéllar el Molino del Pino; en Perosillo el Molino de Potricos; en Vallelado el Molino de Minguela y en Zarzuela del Pinar las ermitas de San Cebrián y San Andrés.