A sus 96 años sigue llevando el sonido de la dulzaina por muchos pueblos haciendo gala de su arte y su amor a la dulzaina y el tamboril. El pasado sábado  Serafín Vaquerizo, el ilustre dulzainero de Fuenterrebollo fue objeto un año más, y ya van cinco, de un emotivo homenaje en su localidad natal por parte de su familia, vecinos y amantes de la música tradicional segoviana.
Los primeros en abrir este encuentro que estuvo presentado por el dulzainero e investigador Rodrigo Peñas, fueron la pareja formada por Pedro de la Calle y Jesús Cantalejo de Torreval de San Pedro y Santiuste de Pedraza respectivamente, que interpretaron un pasacalle, un pasodoble, una rumba y una jota de despedida.
La Escuela de San Ildefonso fueron los siguientes en subir al escenario con una seguidilla de Vegas de Matute, una mudanza de Chañe, una jota de la escuela de Segovia y un pasacalles de Alberto Manzanas para cerrar su participación.
El grupo de dulzaineros Los Llanos, de Carbonero el Mayor abrieron su actuación con una jota propia y cerraron con una jota de despedida. Entre medias, una rumba, una revolada y una ranchera dedicada a la gente de Carbonero fueron las piezas interpretadas.
El cuarto grupo participante en el festival, fue el Grupo Castellano, un grupo formado de dulzaineros y tamborileros de toda la vida de distintos pueblos, como Santiago Matey, compañero de Serafin Vaquerizo. Una revolada, una charola de San Roque, un pasodoble y una jota, fueron las piezas que tocaron para el disfrute de un público entregado con el sonido de la dulzaina y tamboril.
Serafín Vaquerizo, que estuvo presidiendo el festival, participó con este último grupo tocando varias jotas, así, como con Rodrigo Peñas, y para finalizar tocaron la jota del Tío Gonzalo, padre de Serafín, y es que ya de pequeño Serafín, acompañaba a su padre con la caja allí donde le requerían para amenizar bailes, bodas o fiestas de los pueblos.
El Festival concluyó con todos los grupos sobre el escenario tocando una jota y con la entrega de detalles conmemorativos del evento a los grupos participantes por parte de Daniel Sacristán, concejal de Cultura, Deportes y Medio Ambiente, quien resaltó que este Festival es una cita obligada en el calendario de eventos de Fuenterrebollo. “Son ya cinco las ediciones en las que hemos rendido un pequeño pero merecido homenaje a nuestro vecino y dulzainero Serafín, quien, a pesar de su edad , sigue llevando el sonido de la dulzaina y el nombre de Fuenterrebollo por muchos pueblos, de lo que estamos tremendamente orgullosos y agradecidos”.