| Fotos: Gabriel Gómez |

Los alumnos de 4º de la ESO del IES Marqués de Lozoya de Cuéllar recibieron ayer una clase muy especial, una clase de valores impartida por cuatro de los jugadores del Club Balonmano Nava, recién ascendido a la liga ASOBAL. La biblioteca acogió ese encuentro entre los jugadores y los alumnos, que tuvo su segunda parte en el patio del centro donde el capitán del equipo navero, Carlos Villagrán junto al Oleg Kisselev (lateral izquierdo), Nicolo D´Antino (extremo derecho) y Antonio Llopis (lateral derecho) les dieron un taller práctico de Balonmano en el que les enseñaron a tirar animándoles a  entrar a formar parte del club el próximo año.

Villagrán expuso su experiencia personal y como con esfuerzo y sacrificio es capaz de compaginar su vida deportiva, laboral y familiar con un hijo de corta edad. “No somos profesionales y no nos da para vivir solo del balonmano”, afirmó. Así transmitió a los chavales cómo hay que priorizar y sacrificarse. “En mi caso el trabajo es el que me da de comer todos los días, pero me encanta jugar a balonmano y disfruto muchísimo y tengo que ser capaz de compaginarlo para sacar tiempo y estar al nivel que me exige ahora mismo el deporte”, afirmó.

“Es fundamental saber los valores que tiene el deporte porque luego para la vida te viene muy bien, para tu formación personal y poder seguir el día a día”, aseguró.

El capitán del club navero manifestó que sienten mucha alegría por el ascenso, pero recordó también  han sido “2 años duros”,  que han tenido que “hacer mucho esfuerzo, sobre todo mental”. Por ello quiso transmitir a los alumnos que cuando no te salen las cosas “el trabajo, el esfuerzo y la constancia es lo que te hace conseguirlo y para nosotros es un claro ejemplo que con eso hemos llegado a donde hemos llegado y la verdad que es una maravilla y lo estamos disfrutando muchísimo”.

Villagrán señala que de cara a la próxima temporada continuará compaginando trabajo y deporte. “Hay que saber organizarse, priorizar mucho las cosas importantes para poder seguir haciendo lo que me gusta. El año que viene me va a exigir mucho el compromiso con mi trabajo y con el balonmano”.

La visita partió de uno de los profesores del centro, amigo de los jugadores. Villagrán valoró positivamente la iniciativa “donde los chicos tienen que saber que no es fácil, que lo que se ve en el periódico, que es ganar, no es cosa de una semana, ni de 15 días sino que hay muchísimo trabajo detrás y muchísimo sacrificio y muchos equipos que se esfuerzan igual que tú y se quedan en el camino”. “Creo que esforzarse y tener una constancia viene bien para tu día a día y para el resto de tu vida”, dijo.

“La idea del club es sacar el deporte de balonmano a toda la provincia“, así ya cuentan con escuelas en Carbonero, en Navalmanzano y en Segovia “y poco a poco pues queremos venir por aquí también y a ver si es posible pues que hay una escuela de balonmano y se animen los chicos”, apuntó Villagrán.

Llopis por su parte trasladó a los alumnos cómo él prioriza el contacto con su familia y animó a los chavales a tener siempre prioridades y a realizar una tabla de valores y tener una tabla de valores, además de marcarse un objetivo y “no dejar las cosas a medias”. Les instó a ver cada problema “como una oportunidad” porque “es la manera de afrontar las cosas.

El cántabro Kisselev señaló como su padre, Oleg Kisselev de nacionalidad rusa, fue uno de los grandes jugadores de balonmano. Relató su experiencia personal, y la dureza de la temporada pasada, en la que tuvo varias lesiones y apenas pudo jugar. En contraposición señaló que éste ha sido un año “muy bonito”. Agradeció tanto al equipo como a los técnicos su apoyo y afirmó que “cuando hay un problema hay que apoyarse en los demás”. Destacó también la importancia de “cumplir los objetivos que te marques tú”.

El italiano Nicolo D´Antino, el más joven de los jugadores de la plantilla. Recordó como llegó a España el año pasado para subir su nivel, pero antes sus padres le hicieron acabar sus estudios en el instituto “y ahora estoy aquí haciendo lo que me gusta”. “Si quieres hacer cosas que te gustan hay que hacer mucho sacrificio”, aseguró. Indicó como a través de la decisión de sus padres entendió que el deporte es muy parecido a la escuela, así señaló que en agosto se plantearon el objetivo de ganar la liga y han entrenado todo el año y han trabajado hasta conseguirlo. “En la escuela también necesitas estudiar todo el año para conseguir aprobar”, afirmó.

En el turno de preguntas los alumnos y profesores se interesaron por las horas de entrenamiento a lo que dedican unas cinco horas diarias de lunes a viernes; también por la alimentación para lo que cuentan con asesoramiento para que sea equilibrada. En cuanto a los objetivos para el próximo año señalaron que doblarán las sesiones de entrenamiento.

No les dejaron irse sin realizar el grito con el que se animan antes del juego, algo que pasó de ser un “1, 2, 3 Nava” a algo más identificativo como “¿quién juega en un frontón? Nava de la Asunción” recordando los tiempos en que jugaban en el frontón, algo que este año ha cambiado con el nuevo pabellón en el que seguirán jugando la próxima temporada.