| Por César Quintanilla |

La historia es algo así como un conjunto de acontecimientos vividos bien en primera persona o en grupo, hechos que de alguna manera hemos pasado en determinados momento de nuestra vida. Esos determinados hechos en función de la edad o el estilo de vida, han quedado grabados en nuestra memoria, en nuestra historia personal aquella por la que en ocasiones y en recuerdo suspiramos con la frase coloquial de  “que tiempos aquellos “.

Los mejores años de nuestra vida… o lo que es lo mismo, nuestra juventud, la de cada uno en la época en la que tocó vivir esa juventud y con razón el paso de los años gestó la frase de “juventud divino tesoro”.

Transcurrían los días por aquel año de 1. 968, el abanico se abría para aquellos jóvenes que salían de un letargo muy lentamente forjados a obediencias y normas, a costumbres y obligaciones y sobre todo con una palabra muy clara…respeto.

Corre el año 2018 en la actualidad, se cumplen cincuenta años del nacimiento de un grupo musical cuyo nombre fue Los Condestables. Cuenta la historia que el título de Condestable fue creado por el Rey Juan I de Castilla, y en nuestra propia Castilla en Cuéllar unos jóvenes unidos por la música adoptaron el nombre de Condestables como grupo musical, para hacer sonar las músicas que en aquella época sonaban en las salas de baile o en la radio.

En primera persona muchos de nosotros chicas y chicos, nos apropiamos de un estilo, del estilo y sonido de Los Condestables, tarareando sin descanso canciones como `El Tiempo Vuela´, `La Casa del Sol Naciente´, `Noches de Blanco Satén´ o `Te he Prometido´.

Cincuenta años se cumplen con sus días y sus noches aunque el tiempo haya volado, la fortuna de vivir ese sol naciente cada día, nos traslada por momentos hacia aquellas noches de blanco satén.

Duros ensayos de la mano de Don Isaac Gallego, hombre cuya exquisitez en los sonidos, hacia repetir y repetir las melodías de un repertorio lleno de gloria al ser canciones o versiones de altísima calidad .

El dolor de los componentes, el de sus admiradores y amigos, llegó un fatídico día del año 1.971, Carlos Gallego miembro del grupo e hijo de Don Isaac nos dijo adiós, hubo un profundo sentimiento de dolor.

El grupo musical Los Condestables quedó herido, sin embargo eso que tanto amamos y que llamamos juventud, consiguió sin olvidar, un nuevo renacer, una nueva etapa, El Estival, La Florida, y también en La Oca, e incluso fiestas de barrio como bien recuerdo un año en El Barrio del Salvador creo que la noche de El Henarillo  y viajes a otros lugares, dio alas a la música tan personal que ellos sabían hacer.

Éramos jóvenes, entusiastas, bailar sus canciones nos dejó huella, éramos tan jóvenes que nunca nos dio por pensar que el tiempo en las pistas de baile volaba.

No fueron tiempos de bailar pegados como la canción de Sergio Dalma, más bien tiempos de Adamo con mis manos en tu cintura, aún no éramos jóvenes, tan solo comenzábamos a serlo.

Uno sus nombres en ese nombramiento como Condestables, no voy a olvidar aquellas horas de ensayos en La Trinidad a dos pasos de mi casa, no voy a olvidar el punteo de sus guitarras, no olvidare nunca que sus canciones me hicieron muy feliz.

Cincuenta años desde aquel 1.968 y aquí seguimos incorporando esos recuerdos como hechos de nuestra historia.

“Llorarás por tus caprichos…” decía la letra de una de las canciones que tocaban, será un llanto por la alegría de este reconocimiento que no es un capricho si no una obligación y un merecimiento.

Nuestro abrazo a todos, nuestro recuerdo a Carlos y nuestro agradecimiento por haber sido parte de nuestra historia, aún sois Los Condestables, siempre seréis Condestables y por haber crecido en Cuéllar, va este homenaje. Será el Domingo de Toros en la plaza Mayor durante el `Concurso de Bebedores en Bota´ de la Peña La Plaga.