Aguilafuente festejó ayer la festividad de la Virgen de las Candelas, una cita en la que las danzas de palos tienen un protagonismo especial marcando el inicio de la temporada de paloteos en la provincia de Segovia.
La intensa lluvia que desde primera hora de la mañana cayó en el municipio no pudo deslucir una celebración tan especial gracias a la ilusión y esfuerzo de todos los componentes del grupo de paloteo de Aguilafuente, dirigido por Manuel Miguel, que hicieron que la celebración se tornara diferente.

Por primera vez en más de dos décadas la virgen de las Candelas no pudo salir de la Iglesia de Santa María para realizar la tradicional procesión por lo que las danzas se realizaron antes, durante y después de la misa, parte de ellas en el interior del templo. Tras palotear el Carlos V, pieza con la que habitualmente se despide esta fiesta y la bendición del párroco de la localidad, los danzantes quisieron sacar la imagen de la virgen hasta la puerta del templo e interpretar en la calle tres paloteos que no se habían realizado, todo ello  bajo la lluvia y ante la atenta mirada de los presentes.
El grupo de paloteos de Aguilafuente compuesto éste año por aproximadamente unas 35 personas con edades comprendidas entre los 6 y los 50 años, ha vuelto por trigésimo séptimo año consecutivo a dar un ejemplo de ilusión, motivación, esfuerzo, colaboración, trabajo en equipo y tradición, haciendo comprender a todos los presentes el fuerte sentimiento que tiene esta localidad hacia sus danzas de palos.