Las actas se remiten a la Oficina Técnica Municipal que en caso de deficiencias se encarga de una visita más completa. | Foto: Nuria Pascual |

La Policía Local de la villa ha iniciado las visitas a los locales utilizados como peñas o espacios de reunión. Unas inspecciones en las que recogen una serie de datos que después facilitan a la Oficina Técnica Municipal. Ya han recorrido más de una decena de locales sobre los que han levantado acta, aunque esos documentos no suponen ningún tipo de autorización sobre la actividad del local sino que simplemente se da cuenta de la situación del local, su uso y características.

Para levantar el acta los agentes requieren acceder al interior y tomar fotografías del mismo, siempre con el consentimiento y en presencia de los responsables del mismo o de quien está haciendo uso del espacio en ese momento.

El documento recoge datos sobre el nombre de la peña, la ubicación, el número de integrantes, si son menores y también el contacto de un representante. También sobre el local se recoge el nombre y datos del propietario, su uso, su superficie y si dispone de licencia ambiental y seguro de responsabilidad civil. Sobre su situación se refleja si es planta baja, sótano…, si tiene escaleras, ventanas o vecinos. Sobre su estado se refleja si es de estructura nueva o vieja, si dispone de agua corriente, aseos, electricidad, gas, extintores… El objetivo es recopilar información y en caso de detectarse algún defecto estructural la Oficina Técnica, con la información recogida en el acta, realizará una revisión más pormenorizada. Aunque esto cada vez es menos necesario ya que cada año hay menos locales de reunión en viviendas antiguas o en mal estado.

Finalmente se documenta el mobiliario de que dispone: sofás, colchones, mesas, sillas, frigorífico, cocina, estufa, bebidas alcohólicas… haciendo especial incidencia en los elementos susceptibles de producir un incendio, como ya ha sucedido en alguna ocasión en la villa.

 

Normas

El uso de esos locales como peña conlleva el cumplimiento de una serie de normas de convivencia, entre ellas evitar causar molestias a los vecinos con la música, voces o ruidos. Asímismo no está permitido sacar el mobiliario a la calle, y una vez concluido el periodo festivo esos enseres deben llevarse al punto limpio.