| A las 19.30 horas dará hoy comienzo la procesión extraordinaria en la que se trasladará la imagen desde la iglesia de San Miguel a la capilla de Santo Tomé donde se oficiará el triduo hasta el viernes |


| Fotos: Gabriel Gómez |

La virgen del Rosario luce ya su nueva imagen tras la restauración acometida por Diana Martínez y Mariví Postigo, de la empresa Dammar Restauración y Conservación de Bienes Culturales. La iglesia de San Miguel acogió el acto de presentación en el que decenas de cuellaranos se interesaron por conocer la historia de la imagen y los detalles de la restauración. Sobre la historia y devoción a la imagen habló el historiador Juan Carlos Llorente.

La imagen, apuntó Llorente, es del siglo XIV, según han puesto de manifiesto especialistas como la historiadora Elena Gómez. En 1954 se realizó una exposición con la imagen y ésta ya fue sometida a una primera restauración en los talleres de la Conferencia Episcopal de Madrid. Llorente apuntó que a juicio de Gómez  la talla tiene alguna influencia navarra, algo que  considera muy posible ya que el gótico llegó a Castilla por Navarra.

Llorente describió la imagen de la virgen como “muy natural” olvidándose del simbolismo y acercándose al naturalismo. Muestra una “madre bondadosa que esboza una sonrisa”, al igual que el niño que sonríe tendiendo la mano hacia la rosa que la madre sujeta. Señaló que se trata de una mujer medieval con una cofia con un velo transparente que le oculta el cabello. Lleva una capa dorada con el envés rojo, en la que el dorado es posiblemente posterior. El niño también viste una capa dorada con una túnica verde.

“No podemos separar nuestras fiestas de la devoción a Nuestra Señora del Rosario”, afirmó LlorenteEl origen de la imagen, según señaló el historiador, es parejo al de la capilla de Santo Tomé, su sede original, de estilo gótico, que se añadió al ábside grande de la iglesia de Santo Tomé. Allí se profesó una gran devoción a la imagen que en la Edad Media fue muy venerada sobre todo en situaciones de guerra, pestes, malas cosechas…

En 1610 aparece la primera Cofradía del Rosario y es en ese momento cuando la imagen, que hasta el momento era denominada Nuestra Señora de Santo Tomé, comienza a vestir el rosario.

En 1620 la Cofradía organizaba festejos en la plaza Mayor en torno al 2 de junio, se corrían dos toros y el Ayuntamiento colaboraba.

En el siglo XVIII, en torno a 1734, la devoción a la virgen decae, según explicó Llorente, y los cofrades recurren al Ayuntamiento levantándose un acta con todo lo que concernía a la fiesta del Rosario para que no se perdiera la antigua devoción a la imagen. A partir de ese momento la fiesta del Rosario fue desplazando a otras como la de la Octava del Corpus.

En 1922 se convocó un referéndum que determinó el cambio de la fecha de las fiestas al último domingo de agosto.

“No podemos separar nuestras fiestas de la devoción a Nuestra Señora del Rosario”, afirmó Llorente quien continuó que siempre se la ha considerado una virgen milagrosa y recordó la leyenda que cuenta como hubo un fuego en los pinares que obligó a trasladar el ganado a unos corrales ubicados en la villa, y como por intercesión de la virgen el fuego se extinguió. A ese fuego atribuyen algunos el color moreno que la virgen y el niño lucían en su rostro.

 

Imagen de la virgen tras la restauración.

Imagen de la virgen tras la restauración. | Foto: Gabriel Gómez |

Restauración

Las restauradoras explicaron que a simple vista la virgen parecía morena lo que les llevó a tomar muestras de los barnices de la cara y el manto para concretar los pigmentos que se usaron. Tras las dudas iniciales se decantaron por realizar una restauración “lo más rigurosa posible”, lo que incluía eliminar el tono oscuro de la cara.

Entre las afecciones que presentaba la talla destacaba la madera carcomida en la parte inferior, los agujeros en la cabeza originados por las puntas o alfileres que se colocaban para sujetar velos u otros elementos, un recorte en la cabeza para la colocación de una corona…, también el niño presentaba agujeros en la cabeza. Otras de las alteraciones eran grietas longitudinales que pudieron producirse al encajar piezas en la madera, alteraciones en la policromía por roces y desgastes algunos producidos por el rosario o por el traslado de la imagen. El manto del niño también tenía pintura desprendida y pérdida de policromía. Y se detectaron retoques de color relativamente modernos.

El color moreno de ambas imágenes se lo daba una capa de pasta que se había echado junto a la suciedad acumulada.

El tratamiento de las alteraciones ha incluido la inyección de cola en las zonas donde faltaba la pintura para fijar esas zonas levantadas de la imagen. La zona inferior se ha desinfectado y consolidado y en la parte posterior se han cerrado las grietas con resina. La silla sobre la que descansa la imagen se ha limpiado eliminando el barniz oxidado y ennegrecido. Se han eliminado también las capas que ocultaban el color original de la cara,

Las faltas de policromía se han estucado, lijado y nivelado, entre ellas la rosa y la cabeza del niño. Posteriormente se han barnizado y reintegrado las zonas estucadas.

“La virgen estaba muy sucia y necesitábamos quitarlo para devolverle a su modo original”, afirmaron las restauradoras.

El párroco de la villa, Emilio Calvo, instó a cuidar a partir de ahora la imagen especialmente en su traslado en andas durante la procesión.

Para acometer esta restauración en octubre de 2016 se pusieron a la venta réplicas de la imagen de la virgen de 18 centímetros de las que ya se han vendido 400, lo que ha permitido obtener el dinero suficiente para pagar los trabajos.

 

Procesión

Esta tarde a las 19.30 horas tendrá lugar una procesión extraordinaria con la imagen de la virgen restaurada. La procesión partirá de la iglesia de san Miguel, donde la talla se venera a lo largo del año, para desplazarse hasta su sede original, la capilla de Santo Tomé.

La procesión discurrirá por la calle Santa Cruz y a través de la calle Parras continuará por la calle del Rosario y la calle Concepción hasta llegar a la capilla.

Originariamente la procesión transcurría por la calle del Rosario, por lo que se aplaude que recupere su recorrido original, aunque en esta ocasión a la inversa.

Otra de las novedades es que en esta ocasión no serán las peñas las que porten  ala virgen sino que podrán hacerlo los vecinos que así lo deseen, y entre ellos la portarán un tramo la Corregidora de las fiestas, Paula de la Calle, y sus damas Dunia El Idrissi y Silvia Cárdaba.

La capilla de Santo Tomé acogerá una eucaristía tras la procesión con la que se inicia el triduo en honor a la virgen que se desarrollará hasta el viernes con oración mariana a las 19.30 horas y eucaristía a las 20.00 horas.