| Así lo prevé la Sociedad Micológica Cuellarana que celebró sus XXIV Jornadas Micológicas |

| Fotos: Nuria Pascual |

Las recientes lluvias prolongarán la temporada micológica hasta el mes de enero, tal y como señaló Pedro Marcos, uno de los integrantes de la Sociedad Micológica cuellarana.

Las XXIV Jornadas Micológicas se desarrollaron este año el sábado y el domingo, abriéndose con dos salidas al campo. La primera a la zona del páramo y del monte de la villa y la segunda a la zona del río Cega. En ambas se contó con una veintena de participantes y desde la Sociedad Micológica se trató de introducirles en el mundo de las setas y atender su preguntas y curiosidades.

Marcos detalló que las lluvias de los últimos días han hecho “que estén apareciendo muchas setas nuevas que salen por aquí en invierno y que están en muy buen estado”.

Con todos los ejemplares recogidos se realizó una exposición que contó con una importante afluencia de público de las dos jornadas. La muestra fue representativa del ecosistema de la villa, del monte de encinas, de pinar, y robles, además del ecosistema de ribera.

Marcos explicó que la climatología del otoño ha influido el desarrollo de la campaña micológica. Así, recordó que al principio hubo un calor nada habitual en la época en la que se desarrollan los boletus en la  zona de la villa “y debido al exceso de calor y la falta de humedad ha habido poca recolección de especies de boletus para los que se dedican sobre todo a eso”. Ello ha influido también en que no hayan salido níscalos en la segunda parte del  otoño.

“A partir de ahora esperamos que haya níscalos y otras especies que se vean favorecidas por la humedad”, afirmó Marcos.

En la zona de Cuéllar las setas que más se recolectan apuntó que son los níscalos, boletus y setas de cardo. “Mientras no hiele la temporada de setas se puede prolongar hasta enero”, aseguró.

 

Exposición

La nave lateral de la iglesia de San Francisco acogió la exposición de las especies recolectadas en las excursiones y las que aportaron los aficionados. Todas ellas fueron clasificadas.

Entre las especies expuestas Marcos destacó algunas comestibles como la Macrolepiota Procera o `Parasol´, de la que se encontraron ejemplares excesivamente grandes. A ella se sumaron otras  que había sufrido el efecto contrario no habiendo crecido lo suficiente por la climatología irregular de este otoño.

Como ejemplares raros encontrados en la zona destacó la `Seta coliflor´, la Sparassis crispa, “frecuente en la sierra a partir de los 1.200 metros”, afirmó. Si bien subrayó que, aunque es comestible, “es una seta a respetar, a no recolectar, porque es muy escasa”. También mostró el Ganoderma lucidum, una seta apreciada por los chinos, ya que explicó que en su cultura la utilizan como relajante reduciéndola a polvo.

Los aficionados también aprovecharon las dos jornadas para interesarse sobre los ejemplares recolectados y realizar consultas.