Que mejor lugar que el espacio de Las Tenerías, donde las pieles se curtían para convertirlas en cuero y se tintaban, para impartir un taller de Shibori una técnica manual japonesa de teñido que produce diferentes patrones en las telas. La cuellarana Mª Cruz Salamanca es la monitora de esta actividad que se desarrolla los miércoles del mes de julio a partir de las 18.00 horas por un precio de 5 euros.

Salamanca explica que Shibori “significa apretar, estrujar, comprimir…”, según como se lleve a cabo esa tarea de apretar las telas o materiales la técnica tiene diferentes nombres: kumo shibori (con plisado y prensado, da efectos de espiral de tela de araña), Arashi Shibori ( se usa un tubo plástico, la tela se cose, se comprime sobre el tubo y se presiona con hilo)… y el resultado son unos patrones de teñido muy diferentes.

Los tintes que utilizan son tintes naturales “el más antiguo es el índigo”, afirma Salamanca, una tintura azul que originariamente se extraía de la indigofera tinctoria, una planta perteneciente a la familia de las leguminosas. Otra tintura es la cochinilla, de color rojo, que se extrae de un insecto, que le da nombre, de grandes propiedades tintóreas que parasita y se alimenta de la pencas de un tipo de cactus, existente en las Islas Canarias. Además de emplearse para teñir fibras naturales, es la fuente natural del carmín. Salamanca explicó que los vegetales, las verduras, las frutas (arándanos, moras, aguacate, granada…) tienen propiedades tintóreas.

Apuntó que la muestra más antigua de tela tratada con la técnica de Shibori, la donó en el siglo VIII el Emperador Shōmu al Tōdai-ji, un templo budista ubicado en la localidad japonesa de Nara.

La monitora destacó que se trata de una técnica que permite hacer diferentes piezas como cortinas, servilletas, camisetas, vestidos… Parafraseó a una profesora suya señalando que “el Shibori es como un huevo Kinder, que cuando lo abres te llevas una sorpresa porque no sabes qué dibujo te va a salir hasta que no lo abres”.

Además de teñir también utilizaron la técnica de Shibori destiñendo empleando lejía en lugar de tintes.

“Importantísimo para esta técnica es que las fibras de las prendas a teñir sean naturales como algodón, lino, cáñamo, seda..”, afirmó Salamanca explicando que las fibras sintéticas no cogen igual los colores y en caso de tener elastano no es recomendable que supere el 25%. Otra cosa importante es que antes de  tintar una prenda hay que `morderla´, algo que ella hace con alumbre, aunque las alumnas lo hacen en casa con sal gorda y vinagre, este último para iluminar los colores. “El mordiente lo que hace es abrir las fibras para que el tinte entre mejor y se pegue a ellas”, explicó.

El primer grupo ya ha completado su formación y el segundo comenzará el próximo miércoles, 24 de julio. Las inscripciones pueden realizarse en el Ayuntamiento y el taller admite tanto niños como adultos.