Ismur viene desarrollando desde el pasado mes de marzo su programa `Promoción de la autonomía personal de nuestros mayores y formación a sus cuidadores´ en el que colabora la Obra Social La Caixa, con el objetivo de proporcionar a las personas mayores la mayor autonomía e independencia posible en las actividades que realizan en su vida diaria, de forma que les facilite un mayor tiempo de permanencia en su entorno, evitando el desarraigo que se siente con el abandono del hogar. Para ello, un equipo multidisciplinar de profesionales están realizando diferentes intervenciones durante los meses de marzo y abril, con cerca de 30 personas mayores tanto de Pinarejos como de Gomezserracín, enfocadas a la mejora y mantenimiento de la memoria, al fomento del ocio y las relaciones vecinales, a mejorar su movilidad…, en definitiva, a mejorar su calidad de vida en su propio medio.
Escuelas Campesinas de Segovia, la asociación cultural de Unión de Campesinos de Segovia, desarrolla su labor principalmente con niños y jóvenes de la provincia, en colaboración con Colectivos de Acción Solidaria, fomentando en ellos los valores propios de una sociedad justa e igualitaria: igualdad, cooperación, interculturalidad, respeto y valor por sus mayores y sus saberes, entre otros, a través de su programa `Animación del tiempo libre infantil´ financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Ambas entidades destacan la importancia que tiene que los saberes de las personas mayores no se pierdan y, para ello, decidieron unirse para organizar dos jornadas intergeneracionales dedicadas a la realización de juegos tradicionales. De esta manera, los días 3 y 5 de abril han tenido lugar estos encuentros, en Pinarejos y Gomezserracín, en los que los mayores han podido contar de primera mano cuáles eran los juegos a los que ellos jugaban de pequeños y jugaron con los más de 50 niños alumnos del CRA El Carracillo de Pinarejos y Gomezserracín que asistieron a la cita.
El aro y la guía, los alfileres, la cuerda, el corro, canciones, los cuadros, la tanga y la peonza fueron los juegos que las personas mayores eligieron para enseñarles a los niños, aunque también a sus maestros que se animaron a jugar junto a sus alumnos. Por otro lado, los niños y niñas enseñaron a las personas mayores otros juegos tradicionales que habían aprendido en la escuela: la rana, las chapas, los zancos, las tabas y los bolos.