El alcalde y los ediles de Festejos y Turismo tras la rueda de prensa. | Foto: Gabriel Gómez |

El Ayuntamiento de Cuéllar recibía ayer la notificación de la Secretaría de Estado de Turismo confirmando el título honorífico de Fiesta de Interés Turístico Internacional para los Encierros de Cuéllar. Se pone así fin a un largo proceso que desde la concejalía de Turismo del municipio se ha desarrollado para lograr este objetivo.

El alcalde de la villa, Jesús García, la concejala de Turismo, Nuria Fernández, y el concejal de Festejos, Luis Senovilla han sido los encargados de dar a conocer esta noticia que han recibido con satisfacción.

García ha subrayado el trabajo que se ha realizado desde el área de Turismo para conseguir esta declaración, recordando que los trámites se iniciaron una vez transcurridos cinco años desde la Declaración de Interés Turístico Nacional en 2008. También ha recordado que en noviembre de 2017 mantuvieron una reunión con la Secretaría de Turismo donde se concretaron los últimos requisitos necesarios para lograr esta designación. Una declaración que García considera una importante noticia para el Ayuntamiento y para los cuellaranos.

Fernández ha recordado que en 2015 se inició el trabajo para obtener este título y que la propuesta salió adelante con el voto en contra de los ediles de Izquierda Unida.

Documento recibido en el Ayuntamiento confirmando el título de Interés Turístico Internacional para los Encierros.| Foto: Gabriel Gómez |

 

Primera fiesta regional

Fernández ha apuntado que  la declaración no es solo importante para la villa sino también para la provincia, que no tenía ninguna, y para la región ya que a nivel nacional solo dos fiestas populares, los encierros de Pamplona y las entradas de toros y caballos de Segorbe (Castellón), cuentan con ella y a nivel regional solo fiestas religiosas como las Semanas Santas de algunas localidades cuentan con el título.

La responsable de Turismo ha mostrado su agradecimiento a cuantos han colaborado en la consecución de este título, así ha mencionado al alcalde, al edil de Urbanismo, al anterior concejal de Festejos, Juan Pablo de Benito, a la Asociación Encierros de Cuéllar y al aficionado taurino portugués, Luis Capucha.

El concejal de Festejos, Luis Senovilla, ha calificado esta declaración de “hito importante” señalando que los encierros “forman parte de la cultura inmaterial de todos los cuellaranos”. Ha dicho también que es importante para la tauromaquia en general que los toros sean considerados espectáculo cultural con gran número de seguidores, y especialmente en este momento.

El documento presentado en la solicitud dejaba patente el buen trato al toro en los encierros de la villa en todo su recorrido. Este contenía un exhaustivo trabajo histórico sobre Cuéllar y sus encierros. No faltaban las alusiones a documentos como el de 1546 donde ya se regulaba el tamaño de las garrochas de los caballistas. Las diferentes partes del encierro la suelta, el recorrido campero y el recorrido urbano hasta la Plaza de Toros, el sentir de los cuellaranos por sus encierros y la importancia de su participación en los mismos quedaban también reflejadas.

Completaba la solicitud una recopilación de publicaciones sobre los encierros de Cuéllar a nivel internacional: libros, artículos en prensa y revistas, aparición en largometrajes, anuncios, audiovisuales, documentación gráfica… Publicaciones realizadas en medios portugueses, de Andorra, México, Estados Unidos, Inglaterra, Francia…

La concejala de Turismo ha dejado patentes otros hitos de reconocimiento que  las fiestas de la villa y sus encierros han conseguido en el último siglo. Así en 1977 fueron declarados Fiesta de Interés Turístico, en 1994 recibieron el de Fiesta de Interés Turístico regional, en 2003 Espectáculo Taurino Tradicional y en 2008 el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio les concedió el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

 

Los más antiguos de España

Los Encierros de Cuéllar están documentados como los más antiguos de España. Ya en 1215, siendo obispo de Segovia Geraldo, se realizó un sínodo ya que el episcopado tenía problemas con los laicos y eclesiásticos de algunas circunscripciones de la diócesis, concretamente con la de Cuéllar, Coca, Sepúlveda y Pedraza. El sínodo dicta una serie de artículos que regulan la vida y el comportamiento del clero; en concreto el quinto artículo prohíbe a los clérigos que jueguen a los dados y asistan a “juegos de toros”, y si lo hicieran serían suspendidos de su ministerio.

Ya en el siglo XIV, la reina Leonor, esposa de Juan I de Castilla, es señora de Cuéllar y a ella se quejan los hidalgos y pecheros de la villa, y dando respuesta a estas quejas habla de que “es costumbre inmemorial encerrar toros en Cuéllar”. Con posterioridad, Beltrán de la Cueva, I Duque de Alburquerque, ratifica esta sentencia en todos sus puntos.

En el Archivo Histórico de Cuéllar se conservan documentos desde 1405 que hacen referencia a festejos con toros. Además de los Acuerdos del Regimiento, que ya en 1484 ordenan el pago de toros a dos personas diferentes, desde ese año las referencias a toros son constantes en estos Acuerdos, sobre todo para pagar las fiestas de San Juan y del Corpus, aunque también se corrían toros por acontecimientos especiales, como el nacimiento de algún heredero de la Casa de Alburquerque o la visita a la Villa de estos señores, así como para la celebración del fin de alguna epidemia.

En 1999 se celebró el V Centenario de la Ordenanza Reguladora de los Encierros de Cuéllar. Se trata de la primera regulación escrita que se conserva hasta el momento, y es la ley XVII de las ordenanzas dadas a la Villa de Cuéllar y su Tierra en 1499 por Francisco Fernández de la Cueva, II Duque de Alburquerque. “Que por el daño que se hizieren con los toros quando se encierra non aya manquadras ni otra pena.Muchas veces acaefce quando fe encierran toros enfta villa que fin culpa delos que traen fe face daño en panes o viñas: o otras cofas por los dichos toros o por los ganados que conellos vienen. Hordenamos que cuando lo tal acaefciere non fe fagan manquadras alos dichos toros ni alos ganados que conellos vinieren ni fe lieve otra pena alguna alos que truxeren“. Y viene a regular una situación bastante habitual y es que durante el traslado del ganado hasta la villa, a los pastores y ganaderos que lo conducían se les escapaba y entraba en los sembrados; lo que la ley contempla es que estas personas no son culpables de los destrozos, por lo cual no tienen que pagar ninguna multa y que los dueños de las tierras no tienen derecho a percibir ni reclamar ninguna compensación económica.

En la actualidad las reses parten de los Corrales junto al rio Cega a las 8 de la mañana conducidas, en un recorrido de 5 kilómetros, a través de los pinares, por un grupo de caballistas, llegando a Cuéllar en torno a las 9.30 de la mañana, realizándose el encierro por un circuito urbano de 1,5 kilómetros aproximadamente, hasta llegar a la Plaza de Toros.