| El Ayuntamiento plantea una partida inicial de 20.000 euros en los presupuestos de 2021 para bonos descuento para incentivar la economía local |

| El sector promueve una concentración el próximo jueves en la villa |

Más de 25 hosteleros y restauradores cuellaranos se han reunido hoy con el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile, el edil de Hacienda, Tomás Marcos y la concejala de Desarrollo Económico, Raquel Gilsanz, en el primer día de cierre de estos establecimientos en la región.

Los hosteleros consideran insuficiente la bonificación municipal en la tasa de terrazas en 2020 y 2021, y la reducción en un 25% de la tasa de basuras aprobada en pleno la pasada semana para su sector, el comercio y los profesionales. Así reclaman ayudas directas como se está realizando en otras localidades y autonomías, algo a lo que el alcalde ha señalado que el Ayuntamiento no puede comprometerse ya que hay otros sectores afectados por la situación y el Consistorio debe dar un trato igualitario. Si ha avanzado que en los presupuestos de 2021 incluirán una partida de unos 20.000 euros destinada a bonos descuento para incentivar la economía local. “Para que la economía local se mueva”, ha dicho, favoreciendo a la hostelería y a otros sectores.

Fraile ha puesto de manifiesto la disposición del Ayuntamiento para apoyarles señalando que siempre estarán del lado de los vecinos y lo estarán también en la concentración que promueven para el próximo jueves en la villa “siempre que se pidan cosas razonables y coherentes”. Con esa concentración los hosteleros darán visibilidad a su malestar y transmitirán sus demandas. Asímismo se realizarán gestiones con la administración regional “para que lo que vaya a llegar (al sector) llegue ya” y “que no se demore el cierre de la hostelería ni una hora más de lo necesario”, ha manifestado el alcalde.

Los hosteleros han señalado que se les culpa del repunte de casos de la pandemia cuando ellos han adaptado sus horarios y sus aforos, además de adoptar las medidas de limpieza e higiene establecidas. Algo, que han apuntado no se exige a otros sectores como los supermercados o los cajeros automáticos de los bancos espacios en los que también se concentra mucha gente. Han considerado `absurdas´ las medidas de la Junta en su sector y han puesto de manifiesto las dificultades que tendrán ahora para pagar las inversiones realizadas para por ejemplo adaptar sus terrazas para el invierno con mobiliario, mamparas y estufas, o el pago de impuestos.

El alcalde se ha mostrado “razonablemente satisfecho, de cómo se ha trabajado en Cuéllar”, y ha recordado que  se reforzó el servicio de la Policía Local para asegurarse de que las cosas se hacían bien en la villa. Ha apuntado que a nivel sanitario han visto la necesidad de restringir las relacione sociales y por ello en la región se ha optado por el cierre de la hostelería, algo que a juicio de los hosteleros, traslada el problema a las bodegas, viviendas…

Los hosteleros han dicho que llevan tres meses ahogándoles con las medidas, cada vez más restrictivas, que les han hecho perder dinero, despedir empleados y en algunos casos ha puesto en peligro la supervivencia de los establecimientos y otros han tenido que cerrar.

 

Demandas

“Veniamos a plantearles la incertidumbre que tenemos, sabemos que ahora son 14 días pero esto va para largo”, ha afirmado Lourdes Molter, representante del sector en el CIT Villa de Cuéllar. “Lo que queremos es que nos dejen trabajar, no pedimos más” ha dicho añadiendo “tenemos familias, y es un sector que arrastra muchísima gente y lo que estamos pidiendo es trabajar”. Molter se ha referido a la baja tasa de contagios  en la hostelería “y la hostelería de Cuéllar se ha comportado y ha trabajado con las medidas que cada día han ido cambiando”. Así ha señalado que piden “empatía, que el alcalde nos ayude, que nos ayude en la Junta”. Se ha referido a la incertidumbre con la que viven “porque nuestras familias tienen que comer” y ha calificado la situación como de “muy crítica”. Ha añadido que cada establecimiento hostelero contribuye al sustento de otros muchos negocios desde los distribuidores, al panadero, el fabricante de hielo, el frutero, pescadero, carnicero…

José Quintanilla, también  representante del CIT, ha sido uno de los que ha invertido en preparar su terraza para el invierno. “Se te quitan las ganas de seguir haciendo nada”, ha dicho recordando que le ha supuesto un coste de unos 6.000 euros esa adaptación. “Cuando pasa esto te toca cerrar y pagar renta, autónomos y lo que viene, y tenemos que asumir esos gastos”, ha afirmado.