Integrantes de la plataforma "No más mierda" durante su asamblea general.

Integrantes de la plataforma “No más mierda” durante su asamblea general. | Foto: Gabriel Gómez |


| La plataforma ciudadana pasa de 20 a 270 socios en una sola tarde |

La Casa de la Cultura de Fuentepelayo se quedó pequeña para acoger a las cerca de 300 personas que acudieron ayer sábado a la asamblea convocada por “No más mierda”, una plataforma ciudadana creada por una veintena de personas para enfrentarse a la mala gestión de la planta de compostaje ubicada en Fuentepelayo y que a su juicio pone en peligro la salud de los vecinos y del medio ambiente. Entre el público estuvieron presentes varios alcaldes y representantes de los distintos pueblos afectados, de oenegés como Ecologistas en Acción y miembros de organizaciones que de una u otra forma han apoyado a la plataforma, como Izquierda Unida, Podemos, PSOE, Unión de Campesinos de Castilla y Léon y Comisiones Obreras.

El portavoz de la plataforma, José Luis Ordóñez, explicó las razones por las que se vieron obligados a crear el colectivo y la situación que los vecinos de Fuentepelayo y de otras poblaciones cercanas llevan sufriendo desde hace años a causa de la planta de compostaje. A los olores nauseabundos por el esparcimiento en tierras de labor de residuos líquidos y sólidos sin procesar, se han unido las amenazas de algunos empleados de la planta.

El problema que apuntan desde el colectivo ciudadano es que la planta no procesa los residuos para convertirlos en compost, sino que los abandona directamente en diversas tierras que la empresa tiene arrendadas en los municipios de Fuentepelayo y Zarzuela del Pinar, formando montones que provocan la putrefacción de los mismos. Entre los residuos que la plataforma ha documentado abandonados, hay desde materiales orgánicos frescos y vísceras de ganado, hasta plásticos, caramelos o productos de aluminio. La plataforma también atribuye a la empresa gestora de la planta, “Agrogestión y Aplicaciones Medioambientales, S.L.”, el abandono hace varios meses de cadáveres de animales en un vertedero clausurado hace tiempo de propiedad del Ayuntamiento y que el Consistorio detectó y denunció el pasado diciembre; para acceder al recinto, los autores tuvieron que romper un candado.

Otra de las prácticas que la plataforma denuncia es el esparcimiento sucesivo y sin control de líquidos en los campos y su posterior arado. Como referencia, la plataforma ha contado la llegada diaria de hasta 40 camiones de gran tonelaje con residuos para la planta. Según sus cálculos, han llegado más cisternas que tráileres para sólidos; otro motivo más para la sospecha ya que el líquido no se puede convertir en compost. Un testigo relató cómo presenció el vertido en una tierra de ácido procedente de una industria papelera de Torrelavega (Cantabria).

Con estos datos, la plataforma “No más mierda” considera que la actividad de la planta de compostaje de Fuentepelayo es peligrosa para el medio ambiente y también para la salud de los vecinos. Muchos de ellos asocian a esta actividad el incremento de moscas, así como la excesiva frecuencia de gastroenteritis, bronquitis y problemas respiratorios entre los vecinos en los últimos años, especialmente entre niños, tal y como manifestaron varias personas de diferentes poblaciones presentes entre el público.

Los asistentes llenaron la Casa de la Cultura de Fuentepelayo.

Los asistentes llenaron la Casa de la Cultura de Fuentepelayo. | Foto: Gabriel Gómez |

Matones

Pero los vecinos no solo han tenido que soportar el mal olor, sino que al parecer muchos también se han visto acosados y agredidos por su oposición a la actividad de la planta. En la asamblea se relataron diversas agresiones por parte de algunos “matones” que trabajan en ella, como pinchazos de ruedas y rotura de retrovisores de coches, acosos, amenazas e intimidaciones tanto a vecinos como a periodistas. También se describió cómo estos empleados de la planta se encargan de controlar carreteras y caminos para evitar que la Guardia Civil y el Seprona localicen algunos de los camiones que llegan a la planta con residuos. “¿Si lo están haciendo bien, para qué necesitan matones?”, se preguntan desde la plataforma. Ante esta situación, el colectivo ciudadano animó a los afectados a perder el miedo y se comprometió a apoyar a cualquier persona que quiera denunciar ante la Guardia Civil una amenaza.

 

Administraciones

La plataforma ya se ha reunido con el Delegado territorial de  la Junta de Castilla y León, que reconoció que se habían detectado irregularidades y ordenó parar cautelarmente la actividad de la planta. Además, el colectivo ya ha solicitado reunirse con la Subdelegada del Gobierno en Segovia y pretende acudir a la Unión Europea. El colectivo vecinal considera que las distintas administraciones competentes han demostrado durante estos años “ceguera” en este caso y recordó que si hubiesen atendido la denuncia que Ecologistas en Acción formuló hace cinco años, la situación sería distinta. Entre el público surgieron voces críticas con las administraciones, a las que acusaron de connivencia y haber dado “carta blanca” a la empresa dueña de la planta.

 

Socios

La plataforma, que contaba con 20 socios, se mostró abrumada ante el éxito de la convocatoria que completó la Casa de la Cultura y que finalizó con una lista de 250 nuevos asociados en una sola tarde, lo que demuestra la magnitud y calado del problema al que se enfrenta. Los nuevos socios abonaron una cuota anual simbólica de cinco euros y desde la plataforma se recalcó que los jubilados sin recursos económicos podrán formar parte de la misma sin abonar la cuota.