|  Por Francisco Salamanca  ||  Fotos: Gabriel Gómez |
Feria Taurina de Cuéllar 2018. segunda de abono.
Novillada con picadores. Novillos del hierro Condessa de Sobral, corridos en el encierro  todos, excepto el tercero, encastados, nobles, con fuerza. Bien presentados el cuarto y el sexto, impresentable el tercero, sospechosos de pitones primero, segundo y tercero. Mansearon el segundo, el tercero y el quinto; bravos recelosos en el caballo y con  gran calidad en el último tercio, el cuarto y el sexto. Volvieron a chiqueros tras los tres avisos reglamentarios, segundo y tercero, aunque también debió acompañarlos el sexto.  Se aplaudió al arrastre, en el cuarto, quinto y sexto. Recibieron 18 varas y cero quites.
Lidiaron, Toñete de verde botella y oro viejo con cabos blancos, silencio y oreja excesiva en el cuarto; El Adoureño de sangre de toro, oro y cabos negros, tres avisos, pitos y aviso con vuelta sin petición; Darío Domínguez, de magenta y oro con cabos blancos, tres avisos y dos avisos, algunos pitos en ambos. Los tres novilleros adolecieron falta de oficio. Lamentables Adoureño y Darío Domínguez.

Toñete estuvo por encima de sus compañeros de terna, sobresaliendo su cuadrilla sobre las otras. Dispone de recursos, aunque evitó los terrenos comprometidos de sus novillos, que le ganaron la partida. Con su primero, noblote, que metía la cara por ambos pitones e iba largo por el izquierdo, se movió por las afueras. Dos pinchazos y estocada desprendida. El cuarto tuvo fijeza, recorrido y transmisión desde la salida; se le pegó fuerte en el caballo, superando el tercio con nota. La calidad del novillo con la franela sacó los colores del novillero, a quien le faltó raza para superar a la de su oponente. Oreja generosa tras pinchazo y estocada desprendida; trompicada que le arranca el chaleco. Alternativa anunciada para el próximo 15 de septiembre en Nimes.

El Adoureño se dobla con el segundo lanceando a la verónica. Tras cuatro varas el novillo se crece, el francés no se acopla, lo intenta a media altura pero le desborda. Seis entradas a matar, tres descabellos, tres avisos. El quinto, un burraco muy en tipo fue excelente para la muleta, protestó en su encuentro con el peto y fue una pena que se rajará al final de la lidia. Dos tremendas volteretas en una sinfaena que requirió de un sartenazo, cuatro pinchazos y una estocada trasera atravesada y un aviso para acabar con el condeso. Alternativa anunciada en Dax el próximo 9 de septiembre.

Darío Domínguez adoleció de cuadrilla, profesionalidad, afición y raza, condiciones mínimas para poder salir airoso en este oficio Sus dos novillos debieron volver al corral tras los tres avisos, y solo la generosidad comprensible del presidente, evitó el descalabro total del iscariense. Cuántos toreros sueñan toros como el sexto novillo de la tarde…