Alumnos esta mañana accediendo por la fachada principal del instituto.

Unos 750 alumnos de Educación Secundaria y Bachillerato han vuelto hoy a las aulas en los dos institutos de Cuéllar en una jornada marcada por el cumplimiento de los protocolos ligados a la pandemia de la COVID-19.

El cumplimiento de los protocolos se ha vigilado especialmente en el IES Marqués de Lozoya en este regreso a las clases seis meses después de la declaración del estado de alarma. Así lo ha señalado la directora del centro, Esther Calero, quien ha manifestado que  en esta primer jornada “las cosas no han ido mal”. Ha detallado que han vigilado ese cumplimiento de los protocolos sobre todo en los pasillos, en los cambios de clase para cursar algunas materias y momentos puntuales en los que  ha habido más movimiento, y ha reiterado que todo ha estado “bastante bien gestionado”.

El Marqués de Lozoya cuenta con unos 350 alumnos, de los que unos 80 se incorporan en 1º de la ESO y divididos en cuatro grupos. El claustro cuenta con 50 profesores, y no cuentan con refuerzos.

Las siete rutas de transporte que traen a los alumnos de la comarca al centro han marcado los accesos, de manera que  todos los alumnos han entrado a clase a las 8.30 horas de la mañana, aunque a través de dos accesos y con dos itinerarios distintos para cada uno de ellos para acceder a los edificios. La entrada principal se encuentra en la carretera de Olmedo y la otra es desde la carretera de Valladolid. La salida se produce para todos a las 14.15 horas y el recreo se realiza también en un único horario aunque se ha dividido el espacio exterior del centro por zonas para evitar aglomeraciones de alumnos.

Este primer trimestre no habrá actividades extraescolares ni complementarias, siguiendo los protocolos marcados por la Junta de Castilla y León.

En el IES Duque de Alburquerque, la mañana también ha sido muy movida en este primer día del curso. El centro cuenta con unos 400 alumnos de ESO y Bachillerato, a los que se sumará aproximadamente medio centenar de los ciclos, y 58 docentes, habiéndose reforzado este curso con dos profesores más. La entrada a clase se ha producido con normalidad, así los alumnos de secundaria han entrado a las 8.30 horas y cinco minutos más tarde los de Bachillerato. Los de primer curso de la ESO han accedido en este primer día por el gimnasio, en horario escalonado de 8.30 a 8.45 horas, aunque desde mañana lo harán como el resto por la entrada principal del Castillo, que es donde se ubica este instituto.

Se vigilan especialmente las medidas de distancia de seguridad e higiene, de manera que los alumnos deben llevar un kit con una bolsa con dos mascarillas de repuesto, un bote pequeño de gel hidroalcohólico, un bote pequeño de alcohol o producto de limpieza sin lejía, una bayeta y un paquete de pañuelos de papel. También deberán llevar el almuerzo en una bolsa con cierre hermético, según ha detallado el director del centro, Javier Luna. Se ha limitado la movilidad entre aulas durante el curso, por lo que también se ha suprimido el uso de las taquillas para evitar aglomeraciones.

Los alumnos de primer curso de la ESO se distribuyen este curso en cuatro clases, una más de lo habitual, para asegurar  la distancia de seguridad entre ellos.

En cuanto al recreo, tendrá una duración de 15 minutos: de 10.15 a 10.30 y de 12.15 a 12.30 horas y se distribuirán los grupos de alumnos entre el patio de armas, dividido en tres secciones, y el patio de la fachada posterior de la fortaleza.