|Por Andrés Suárez Cano|

Los pasados días 25 y 26 de julio tuvimos en nuestras calles unos grandes campeones. Pero estos no eran unos campeones cualquiera, claro que no eran Contador, Nibali, Valverde… ni se trataba de otros deportistas de élite como Casillas, Nadal, Alonso… con los cuales casi seguro que toda o casi toda, la población hubiera llenado las calles, como sucedió por ejemplo con la Vuelta a España. Pero para los que estuvieron en las calles dándoles su caluroso aplauso, nunca mejor dicho, seguro que sentirían una doble satisfacción. En nombre de algunos de ellos quiero darles las gracias. Gracias por haber estado ahí, por haber compartido el calor y el esfuerzo de estos campeones. Que por cierto, para mi y algunos de los comentarios que oí, lo son simplemente por el hecho de subirse a sus bicicletas, triciclos, tándem o handbikes (bicicletas de manos). Por un lado pudieron comprobar, yo tengo que confesar que la primera vez que les acompañé así me sucedió, el espíritu de sacrificio de estas mujeres y hombres, a los que la vida, esa que se levanta todos los días con nosotros, un día cambió el destino. Enfermedades, accidentes laborales, lúdicos, caídas de moto, accidentes de coche, igual que a cualquiera de nosotros, nadie estamos libres de ello, la vida cotidiana nos puede traer escondido en cualquier rincón, en una curva, en una caída tonta, un derrape con un quad, con la moto, un accidente de bicicleta… Porque ellos son, a pesar de sus circunstancias como uno más de nosotros, con el inconveniente de que su vida cotidiana esta llena de impedimentos a su movilidad, a su acceso al trabajo, a las más sencillas cosas que nosotros hacemos. Tienen nombres tan normales como Antonio, Alfonso, Aitor, Víctor, Marco Antonio, Vicente, Raquel, Eva, Ana Belén, Ione, y tienen sus trabajos: abogado, psicólogo, informático… algunos tenían otros como bombero, técnico en minas, otros fueron las minas antipersona, heridas de guerra, las que les colocaron en esta su actual forma de vida, esa con la que se levantan todos los días, y a pesar de que tarden media hora en prepararse, los que no necesitan de nadie, salen a la carretera a entrenar, hacen sus series, controlan sus vatios, alimentación, kilometraje, sesiones, musculación… Su autoestima está por encima de toda duda, como mi admiración.

Llevo seis años acompañando a los ciclistas paralímpicos andaluces, por curiosas circunstancias, ya que el director del equipo Nodo&Sevilla, Julián Rebollo, sobrino de Espe, una andaluza residente en Cuéllar desde hace muchos años, eran amigos de mis suegros. Mi misión era hacer las veces del director, cuando está ausente, y ayudar a los corredores en el montaje de triciclos, handbikes y bicicletas, avituallarles de bebida y acompañarles hasta su alojamiento. Y así empezó todo, asi conocí a Antonio García, 40 veces campeón de España, a pesar de la polio, ingeniero técnico de plagas; Alfonso Ruiz, 6 veces campeón de Andalucía y subcampeón de España, técnico informático, diseña los maillots del equipo, su minusvalía se debe a un accidente de moto; Andrés Urbano, accidente laboral, no sabe cuantas vueltas dio dentro de la cabina de un tractor, ahora las da en handbike y depende de su esposa Pupe, conductora, acompañante y auxiliar o masajista dependiendo de los casos. José Martínez, corre en bicicleta convencional, pero con una sola pierna, ha sido varias veces subcampeón de Andalucía y España. José Rojas, amputado de ambas piernas, campeón de España en 2013 y lamentablemente perdiendo poco a poco la visión. Rafael Garzón, extremeño, participante en triciclo y con varios campeonatos de España en su haber. Marco A. Baena, lesión cerebral , practicaba el motocross cuando se accidentó, varias veces campeón España en crono y subcampeón de ruta, también practica el atletismo y ha participado en la maratones de Nueva York y Lisboa.

Para nosotros, los cuellaranos, tan aficionados a los toros, entre ellos participó un banderillero, Vicente Yánguez Santalla, el “Chano”, acompañante en sus buenas tardes de César Jiménez, Cristina Sánchez, Jesulín o Abellán. Ahora banderillea  al quiebro el aire y el sol en su handbike.  J.J. Méndez, barcelonés se accidentó con la moto con 28 años, amputado de pierna y brazo izquierdos ha sido campeón del mundo y olímpico en varias ocasiones. Alexandro Zanardi, italiano, expiloto de Fórmula 1, en su  nuevo monoplaza ha conseguido 2 oros olímpicos en Londres y es actualmente Campeón del Mundo en su categoría. Víctor Rotaru, moldavo, nacionalizado español, está siempre entre los primeros clasificados del equipo español y a punto de ser convocado por Félix García Casas para la selección. Vicente Arzo, bombero, perdió las piernas en un incendio forestal, ha sido varias veces campeón del mundo y olímpico. Eduardo Santas y Aitor Oroza, corren en triciclo, lesiones cerebrales, componentes de la selección y campeones del mundo en su categoría. Javier Ochoa a pesar de no haber participado, le recordaremos por haber sido corredor del Kelme, donde militó nuestro Pipe Gómez, sufrió un accidente entrenando falleciendo su hermano y él quedo con parálisis cerebral, ha ganado medalla de oro en la crono de las Olimpiadas de Pekin.  Ellas, son espectaculares, grandes campeonas, que se superan en la vida y en la carretera, no en vano tienen que salir a entrenar todos los días que les permite su trabajo, sus estudios y la climatología. La leonesa Ana Belén Miguélez, componente del tándem de la selección en Atenas, donde las extrajeras son intratables, con su piloto, Eva Grande, defendieron el pabellón con dignidad y están clasificadas para el próximo Campeonato del Mundo en Estados Unidos. Eva María Moral, madrileña, abogada, un accidente en Morcuera con la bicicleta, paró el golpe su espalda, 20 días de UVI , lesión dorsal baja, ella se preocupa por sus padres no por su estado, compite desde hace apenas dos años y ya se ha marcado dos metas, disputar unos Juegos Olímpicos y participar en un triatlón. Raquel Acinas, amputada de la pierna izquierda por accidente de moto, siempre que la preguntan dice sentirse como cualquier otra persona, es arquitecto técnico. Ganó la Copa del Mundo en Segovia y tiene innumerables triunfos a nivel nacional. Ione Basterra, campeona de España en el 2013, es una gran luchadora y no se desanima por la superioridad de los equipos extranjeros, ha participado en todas las pruebas que se han desarrollado en estos años en Segovia.

Todos ellos y algunos más, que seguramente olvido, y que no cabrían en estas páginas son un gran ejemplo de superación que sin duda nos dejan en el aire una pregunta, esa que me hice el primer día que les conocí: ¿sería capaz de ser como ellos?, ¿tendría su fuerza de voluntad y sacrificio?. Aún me lo sigo preguntando, pero mientras tanto tengo un oro que valoro mucho, su amistad.

P.D.: Al no correr con la Selección Española, reciben solo una ayuda del equipo y el resto de los gastos corre de su cuenta.