|Centenares de personas de toda la provincia acudieron a presenciar la recreación |

| Fotos: Gabriel Gómez |

Tras dos ediciones sin poder celebrar su belén viviente a causa de la pandemia, Zarzuela del Pinar volvió ayer a transformarse en la ciudad palestina de Belén con la vigésimo cuarta edición de su belén viviente.

José y María reprodujeron, por las calles de la localidad, el recorrido que realizaron en busca de posada, antes del nacimiento de Jesús. Mercaderes y comerciantes les fueron recibiendo y obsequiando con sus productos en  su camino en esa búsqueda que comenzó en el castillo de Herodes, que estrenaba decoración, y concluyó en el portal ubicado en la plaza del Mayo. En el Castillo José y María obtuvieron el salvoconducto para entrar en el censo de Belén y poder buscar alojamiento.

Más de un centenar de vecinos colaboraron, implicándose en esta iniciativa y dando vida a esos comerciantes y trabajadores de diferentes oficios: panaderos, leñadores, alfareros, cesteros, churreros, herrero, carniceros, carpinteros, cantineros, posaderos, vendedores de verduras… También había molineros que entonaron un villancico animando a los asistentes a cantar con ellos.

Mientras José y María se dirigían finalmente hacia ese pesebre donde nació el niño, el recorrido por las calles concluía con la anunciación de su nacimiento por parte de tres ángeles a unos pastores.

Ya en el portal todos los figurantes pudieron adorar al niño seguidos de los asistentes, resonaron las dulzainas y los fuegos artificiales pusieron el colofón a la celebración.

Desde toda la provincia llegaron centenares de visitantes para disfrutar de la recreación. A lo largo del recorrido pudieron degustar diferentes productos que ofrecían los comerciantes como hojuelas, bollos, churros, bizcocho, castañas, limonada, chorizo o chocolate.

En la plaza del Mayo se instaló el tradicional árbol de madera que este año los vecinos decoraron con velas y pequeños paquetes de regalo, entre los que se coló alguna figura de chocolate.

Todos los figurantes concluyeron la actividad on una cena en la que celebraron que su belén viviente volvió a ser un éxito.