Bajo la lluvia se ha celebrado en los Paseos de san Francisco la concentración organizada por la concejalía de Igualdad y el Colectivo Feminista 8M Cuéllar con motivo del Día Internacional por la eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Casi un centenar de personas, protegidas bajo sus paraguas, han participado mostrando su repulsa hacia la violencia de género que se ha llevado este año la vida de 41 mujeres. Sus nombres, edad y fecha en que fueron asesinadas lo han mostrado las asistentes con carteles.

Lucía Arranz, del colectivo 8M, ha abierto el acto cuya duración se ha recortado a causa de la climatología. Nuria Minguela, miembro del colectivo ha sido la encargada de leer el manifiesto elaborado por ellas. Un texto que comenzaba mostrando “nuestra más absoluta repulsa y condena a la violencia machista en todas sus dimensiones”. Así han destacado “la situación de angustia que han tenido que atravesar muchas mujeres durante el estado de alarma como consecuencia de la pandemia por la COVID-19. Han detallado que los datos que aparecen en artículos periodísticos sobre la evolución de  de la violencia de género durante el confinamiento reflejan “un aumento del 41% del número de llamadas al 016 y una disminución de las denuncias“. “Desde el 8M Cuéllar estamos comprometidas con la erradicación de la violencia de género”, han manifestado, y para ello realizan e impulsan  actividades de sensibilización a la ciudadanía, “trabajando por el cambio de valores con la juventud y la población en general”, un compromiso con el que continuarán.

Han pedido la colaboración de la ciudadanía “que colabore y nos acompañe en estos actos de repulsa y en el camino hacia la igualdad y respeto de mujeres y hombres“. Han concluido mostrando su rechazo “a cualquier acto que tenga o pueda tener como resultado, un daño o sufrimiento a las mujeres por el hecho de serlo”, cerrando su intervención al grito de ¡¡Cuéllar contra la violencia de género!!, un grito que han repetido los asistentes.

La lectura de poesías y relatos ha completado el acto, en el que no ha faltado la música con el sonido de una flauta travesera.