El Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque continúa siendo el escenario de la grabación de un video para un curso online de paleografía y caligrafía digital en archivos hispanos medievales y modernos. En esta ocasión la caligrafía de los siglos XII y XIII ha sido la protagonista y para ello se desplazaron hasta la villa el profesor de la Universidad Carlos III, Eduardo Juárez y el profesor Diego Navarro, doctor en documentación y en historia, director del proyecto y calígrafo.
Los recursos que grabaron son algunos detalles de documentación y a Navarro escribiendo en el marco del archivo que acoge la Torre del Homenaje del Castillo. Juárez explicó que querían grabar también en exteriores no solamente en el aula sino también ver recursos en exteriores, en lugares especiales como es el caso del archivo cuellarano. Sobre todo utilizaron documentos de los siglos XII y XIII y les interesó especialmente uno del rey Alfonso VII escrito en letra Carolina un tipo “muy interesante porque es una letra muy caligráfica, un poco cursiva y nos permite mostrar a los alumnos la calidad de escritura, pero también la pausa, la escritura muy bien trabajada, pero también el carácter documental de esa forma de escribir”, afirmó Juárez.
Juárez apuntó que este año están interesados en letras librarías, más pausadas, caligráficas lo que significa que se tarda mucho más en realizar cada una de las letras que una letra cursiva (escrita rápidamente) propia de otros documentos, una letra menos cuidada. Esas letras caligráficas: góticas redondas, góticas textuales, fracturata, cuadratas, librarías en general “que serán las que después copiarán en el siglo XV los primeros creadores de la imprenta”.
El profesor indicó que el primer curso perseguía ofrecer una introducción a la paleografía y la caligrafía, presentar las dos técnicas, cómo escribir y cómo leer documentación antigua, y en este segundo curso se profundiza más en espacios de lectura y de escritura: en cancillerías, en escribanías, en juzgados… “vamos a ir buscando lugares en concreto donde se trabajaba la escritura”
Navarro explicó la importancia que tiene en caligrafía la preparación del papel, la posición del cuerpo, la inclinación, el ángulo de escritura “y todas esas tareas previas, preparatorias antes de empezar a escribir”, tareas que a su juicio son más importantes que el propio acto de escritura. Así disponía de un atril inclinado y diferentes plumas, algunas metálicas que utilizó inicialmente para después pasar a escribir directamente apoyado sobre la mesa con plumas de oca y ganso. Comenzó utilizando una letra cancilleresca que apuntó requiere un control del espacio de escritura.
