Poner en valor la labor de los pastores y del director de lidia uno de los retos del grupo de trabajo del protocolo. |Foto: Gabriel Gómez|
El grupo de trabajo que elabora el protocolo de los encierros de Cuéllar contó en su última reunión con las aportaciones del director de lidia, Alberto Román, y del responsable de los pastores, Enrique Bayón. Ellos trataron de resolver dudas que se habían planteado en el grupo de trabajo y también de poner de manifiesto aspectos del desarrollo de los festejos que ellos viven en primera persona. Precisamente uno de los objetivos del documento es el de fortalecer la imagen de esas personas que trabajan en el encierro y en este caso en concreto en el tramo urbano del mismo. En reuniones anteriores se intentó contar con la presencia de los hasta ahora responsables de la conducción del encierro, aunque su presencia no llegó a materializarse.
La figura más polémica entre los aficionados y vecinos de la villa parece ser la de los pastores ya que hay un sector que no valora su trabajo y no comprende que su cometido es que las reses lleguen íntegras a la Plaza de Toros. Se puso también de manifiesto que en ocasiones son objeto de insultos e incluso de actos vandálicos.
Bayón explicó que cuenta con seis pastores a lo largo de todo el recorrido y seis ayudantes que él mismo elige y distribuye. Apuntó que lo habitual es distribuirlos desde la calle Resina hacia arriba, y señaló que lo sucedido este año les ha pillado desprevenidos y les llevó a modificar su distribución y colocar pastores también en la zona inicial del tramo urbano. Algunas de las actuaciones que llevaron a cabo fueron impopulares aunque, según señaló, necesarias para lograr que los astados pudieran llegar al coso.
Para Román como director de lidia es prioritario el hermanamiento de los astados con los mansos, y propuso al edil de Festejos, Luis Senovilla, que se tengan las reses más tiempo en la finca con los bueyes y realizar un seguimiento continuo del trabajo que se realiza con ellos, disponiendo de una persona que vaya regularmente a comprobar cómo se les mueve en el campo. Román también destacó otras cuestiones necesarias a su juicio como la recuperación de las probadillas con reses nuevas cada día, lo que favorecería la afluencia de cortadores y público.
En el encuentro se valoró también la posibilidad de disponer de unos bueyes de cola que pudieran soltarse desde el corral habilitado en El Embudo y evitar así que éstos realizaran el recorrido en sentido contrario con el peligro que para corredores y público entraña.
Finalmente se valoraron cambios positivos introducidos el pasado año como el estrechamiento del recorrido en la confluencia de la Plaza de los Coches y la calle Parras y el trabajo del grupo por sentar unas bases que permitan tener un control para que todo salga bien.