|Por Marta Gutiérrez|
Un año más conmemoramos el 8 de marzo con el carácter festivo y reivindicativo que el día Internacional de las Mujeres entraña. Este es un día para conmemorar, celebrar, homenajear, recordar y seguir reivindicando tanto los derechos adquiridos, como los derechos perdidos, y los que nos quedan por conseguir.
En el ámbito laboral, a pesar del acceso a los estudios, a pesar de las leyes que nos protegen, y a pesar del cambio cultural en la sociedad, las mujeres no alcanzamos cuotas de representación equiparables a las de lo somos: la mitad de la sociedad. Partimos de una situación de desigualdad en el acceso, y promoción en el empleo. Se nos contrata menos y en peores condiciones, llevándonos de nuevo a ocupar el lugar que ocuparon nuestras abuelas, de meras cuidadoras y amas de casa.
Hay una nueva generación y debemos ir con los tiempos. Se tiene que aprovechar el potencial femenino del que se dispone hoy: las mujeres somos un valor, estamos perfectamente formadas, tenemos una amplia y consolidada experiencia en los espacios locales y comunitarios, en los espacios de relación y negociación, en las redes sociales, en gestión de la realidad cotidiana. Va siendo hora de rescatar la aportación de las mujeres en todos los ámbitos, para así conseguir una sociedad igualitaria en democracia de calidad, completa y efectiva.
Las mujeres somos las protagonistas de la gran lacra social que es la violencia de género: en la última legislatura se han disparado todas las brechas de género, decenas de mujeres son asesinadas cada año y también cada año aumenta el número de menores asesinados, hijos e hijas de maltratadores. El precio de la libertad de las mujeres no puede ser la muerte, ni la sumisión. Políticas de seguridad del estado tienen que dar un vuelco para proteger a las mujeres, sumando cosas específicas.
El Partido Socialista, es el partido que más ha trabajado en la defensa de los derechos de la mujer y de su identidad, somos punta de lanza en políticas de igualdad en el mundo, pero no es suficiente: se debe legislar más y mejor para impulsar la inclusión. En los últimos cuatro años, hemos dado un paso atrás, y vivimos en una cultura patriarcal y dictatorial. Los retrocesos van a ser la herencia que dejan los que han gobernado la última legislatura.
Necesitamos que se corrija la situación socioeconómica en la que el gobierno popular ha situado a las mujeres, luchar contra los estereotipos machistas y todas las manifestaciones de violencia de género y trabajar por el fortalecimiento de la representatividad y la participación de las mujeres.
Queremos una sociedad en la que nadie se quede atrás, y siempre contra el machismo.
Feliz 8 de marzo.
