| Fotos: Gabriel Gómez  |

La villa ha despedido esta tarde el carnaval con la celebración del tradicional entierro de la sardina. Un año más el entorno del Centro de Día de Personas Mayores ha sido el escenario de este acto que representa el fin del carnaval y el iniclo del periodo de cuaresma.

Desde el interior del Centro de Día ha partido el desfile con la sardina portada en andas por los usuarios de Fundación Personas. El séquito ha bajado por la calle Modesto Fraile para continuar por la avenida de los Toros, calle Nueva y Hojalatas hasta regresar al centro. No han faltado las plañideras que han mostrado su pena por el final de las celebraciones carnavalescas.

Un recorrido bastante rápido amenizado por los dulzaineros `Los 1.100´ en el que han participado más de medio centenar de personas, de todas las edades.

Una vez en el Centro de Día la sardina procesionada ha cedido su lugar a otra más pequeña para ser incinerada en las mismas brasas que después han servido para asar las sardinas que se han servido los asistentes. Todo ello entre llantos de las plañideras, pero también con bailes de jota y risas.

Finalmente los participantes han podido degustar las tradicionales sardinas a la brasa, pan y limonada.