|  Adultos y niños se dieron cita en este acto simbólico que continuó con una marcha por los espacios afectados por la recarga |

| Fotos: Nuria Pascual |

El pinar de Gomezserracín recibió el simbólico `Abrazo a la Madre Tierra´ de los colectivos ambientalistas de la comarca, así como de vecinos llegados de toda ella y del propio Gomezserracín. Participaron la plataforma `Cega el río que nos une´ y las asociaciones Sí a las Fuentes del Cega, Garrapinos, Cegafest y El Espadañal.

Más de 120 personas se dieron cita en este abrazo al que dieron color con globos verdes y morados. Después, participaron en la posterior marcha por las vías pecuarias y caminos afectados por las obras de la recarga del Carracillo: cañada del Prado Puerco, Pino Gordo y los Eriales hasta llegar a la Laguna del Señor.

Entre los participantes había personas de todas las edades, desde octogenarios hasta niños, todos unidos en ese objetivo de llamar la atención ante el cambio climático y “la explotación que se está llevando a cabo de los recursos naturales (limitados), además de la contaminación de suelos y aguas que son la base de la vida”.

Uniendo sus manos crearon un semicírculo que después se cerró y en el que escucharon voces en defensa del Cega y los pinares. También resonaron los aplausos y se dio lectura a un manifiesto.

 

Manifiesto

El manifiesto recordaba como en esa fecha y a esa hora, las 12.00 horas, en diferentes puntos de España, numerosos colectivos, asociaciones, plataformas y ciudadanía en general se unían para “gritar juntos: “La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra””.

El texto señalaba que “La plataforma `Cega el río que nos une´ junto a las asociaciones Sí a las Fuentes del Cega, Garrapinos, Cegafest, El Espadañal y vecinos de Gomezserracín convocaban ese abrazo en el pinar de Gomezserracín “que junto al río Cega se encuentra gravemente amenazado por las obras de la tercera fase del trasvase del río Cega al agroextractivismo de la comunidad de regantes de El Carracillo, que, de llegar a realizarse, afectarían negativamente los ecosistemas del río Cega, los pinares de nuestra comarca y pone en riesgo el abastecimiento humano de agua potable a los pueblos”.

Tras la lectura del manifiesto uno de los participantes leyó un poema dedicado al Cega, mientras otro le acompañaba con el sonido de una flauta.

 

Situación de los pinares y el río Cega

Jaime Madrigal, miembro de la Asociación El Espadañal, señaló que allí se dieron cita personas con sensibilidad por el medio ambiente y por la naturaleza para dar ese abrazo, que se ha extendido desde la iniciativa en el mar Menor. “Se ha hecho extensible a todos los lugares en los que hay algún problema ambiental o significativo como es el que hay aquí”, afirmó, añadiendo que ese problema “tiene mucho que ver con la utilización de agua del río Cega y de estos pinares para regadíos”.

Madrigal dijo que sin estar en contra de la agricultura “entendemos que las cosas se tienen que hacer con mucha más cabeza y con criterios muchísimo más rigurosos que lo que se hace”.

En cuanto a la situación de las obras de esa recarga del acuífero de El Carracillo, Madrigal indicó que las obras se encuentran en un momento de desarrollo de trámites administrativos de expropiación de los pinares, pago a los propietarios… Unos trabajos que apuntó “los están haciendo muy deprisa”.

La amenaza para esa zona de pinares de Gomezserracín viene de la mano de 85 sondeos para sacar agua “presumiblemente que se va a traer del Cega en un periodo del año y que se va a depositar aquí como si esto fuese una cazuela, que es dudosísimo que lo sea”. La idea, explicó, es que a finales de primavera y principios del verano cuando se necesita el agua para regar esos sondeos comenzarán a sacar agua de ese espacio.

Esta es de las pocas bolsas de agua que quedan para beber y en Gomezserracín beben de ese agua”, afirmó, detallando que solo son dos masas en la provincia de Segovia de las que se puede tomar agua sin problemas de nitratos, arsénico, nitritos… y esta es una de ellas “de las que tiene mayor calidad, y se va a utilizar para regar”.

La amenaza se extiende al propio río Cega al que Madrigal califica de “cómplice perfecto”. “Sacas de ahí una cantidad de agua, parte la envías directamente a los regadíos y parte se deposita aquí con la excusa de que después se saca de aquí” apuntó.

El problema radica, según explicó, en que los caudales mínimos que se ponen en el río Cega “son demasiado mínimos”. Dijo que hay informes de la Junta de Castilla y León de 2017 que señalan “que el caudal ecológico no puede estar por debajo de 2.500litros por segundo y aquí se están dejando 1.000”. De este modo, “se está dejando el rio a la mínima expresión en invierno que es cuando recarga la cuenca”.

“La calidad del agua depende de la cantidad del agua”, afirmó Madrigal deduciendo que a menor cantidad de agua, menor será su calidad. “El río Cega ha perdido más del 40 % del caudal en los últimos 20 o 30 años, según la Confederación Hidrográfica, y ahora le vamos a dejar todavía más pequeño”, explicó. Esto cuando más de 20.000 vecinos de la comarca beben agua del río.