| Fotos: Gabriel Gómez | 

Cuéllar vive hoy un Sábado de Toros diferente, un día sin celebraciones ni eventos. Sin pregón ni procesión, sin música en las calles. Un día marcado por la suspensión de las fiestas por la pandemia de la COVID-19. Una situación que ha hecho que a la hora habitual del pregón, el acto principal de las fiestas cuellaranas, la plaza Mayor que otros años llenan miles de personas, estuviera casi vacía, tan solo algunos grupos permanecían en la terraza de un establecimiento hostelero, entre ellos varios miembros del Equipo de Gobierno, y muchos han sido los curiosos que han pasado por allí para comprobar el ambiente.

Protección Civil, vigilaba que no se produjeran concentraciones aunque no ha sido necesario que actuarán. Continuarán prestando servicio a lo largo de la noche, para lo que cuentan hoy con seis voluntarios. Junto a ellos la Policía Local ha estado allí, y continuará vigilando que todo transcurra con normalidad. Importante ha sido también la presencia de Guardia Civil en la villa a lo largo de la tarde, en los accesos y recorriendo el municipio.

Desde por la mañana los pañuelos rojos han comenzado a verse por las calles, y es que  muchos grupos han disfrutado hoy del vermú y se han sentado en torno a una mesa con familiares y amigos para disfrutar de una celebración tranquila.

Pasadas las siete y media, momento en que de manera tradicional se produce el repique de campanas convocando a los vecinos y marca la salida de la procesión, en la plaza Mayor un grupo ha hecho sonar el `A por ellos´ en su móvil y lo han entonado, recordando lo que cada año a esa hora se vive en el recinto. Aplausos y expresiones de tristeza por la situación se han repetido entre los presentes.

 

Aparente normalidad

El alcalde de la villa, Carlos Fraile, ha destacado la “aparente normalidad” con la que se vive en la villa este sábado de Toros y a pesar “del sentimiento que hay para muchos vecinos”. Ha reseñado que la climatología adversa, con la presencia intermitente de lluvia y la bajada de temperaturas “ha ayudado a disipar esas ansias de fiesta y de lo que podría haber sido y lo que no ha sido por este virus. Asímismo ha indicado que en principio, y aunque quedan todavía muchos días, “desde nuestro punto de vista creo que tenemos que estar razonablemente satisfechos en cuanto al comportamiento general, aunque tampoco nos vamos a confiar”.

Fraile ha destacado que “el dispositivo que hay preparado va a seguir, y va a seguir controlando y vigilando aquellas conductas que no sean las correctas”.

Por otro lado tanto el alcalde como el concejal de Seguridad, Tomás Marcos, han coincidido en señalar que en la noche del viernes no se produjeron incidentes, y así lo reflejaba hoy el parte de la Policía Local. Los agentes y la Agrupación de Protección Civil vigilaron también ayer que todo transcurriera cumpliendo las normas vigentes y comprobaron que en las zonas habituales no se registraron botellones y confían en que esta noche suceda del mismo modo.

Marcos ha destacado que “la manera de pensar de la gente es colaboración, y nos está agradeciendo las medidas tomadas”, así ha manifestado su deseo de que “no pase nada y no tengamos que sufrir ningún rebrote en los próximos días”.

Especial vigilancia  se tiene con los botellones, pero también con el cumplimiento de la normativa relativa al aforo y las medidas establecidas para los establecimientos hosteleros. Así esta tarde la Policía Local ha visitado uno de ellos a causa de la música que salía al exterior e instándole al cumplimiento del aforo vigente.

 

Virgen

A lo largo de la jornada, los cuellaranos han acudido a la iglesia de san Miguel para llevar flores a la virgen del Rosario, patrona de la villa, que preside el altar mayor del templo. Una actividad que se realiza por primera vez y que ha contado con gran aceptación. A las 20.00 horas ha concluido el triduo dedicado a ella. Mañana a las 13.00 horas tendrá lugar la misa solemne en su honor en ese mismo templo.