Turismo de Cuéllar, continuando con el desarrollo de la programación `Cuéllar sefardí´ realizó el domingo el encendido de la januquiá o candelabro de ocho brazos, un acto que marca el inicio de la celebración de la Janucá, `Fiesta de las luces o de las luminarias´. Una fiesta judía que se celebra durante ocho días, y en la que se conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en la que se recuerda el milagro del candelabro que ardió durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite.

La fiesta de Janucá se celebra del 25 de kislev al 2 de tevet (o el 3 de tevet, cuando kislev cuenta con sólo 29 días); traspasándola al calendario gregoriano, se suele celebrar a finales de noviembre o principios de diciembre, en fechas previas a la Navidad, fiesta cristiana. Este año comenzó en el atardecer del domingo 2 de diciembre y continúa hasta el anochecer del día 10. Siguiendo la tradición en ese primer día solo se prendió uno de los brazos del candelabro, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo.

Una de las guías de la Oficina de Turismo explicó a la docena de asistentes el rito, encendiendo la vela central de la januquiá y con esa misma vela encendió la primera de las velas de los brazos, que tradicionalmente se enciende de izquierda a derecha, una vela cada día, colocándolo cerca de una ventana para que sea visible.

El encendido de la januquiá es el rito característico de esta fiesta, durante la cual las familias cantan, juegan o degustan los manjares de Janucá como buñuelos de patata o pasteles rellenos cocinados o fritos con aceite de oliva. Los asistentes al encendido pudieron degustar uno de esos dulces, el sufganiot, un pastel judío relleno de dulce típico de Janucá, que se fríe en aceite recordando el milagro del frasco.

Hoy en día las tradiciones se han modernizado, y además de los dulces típicos, es costumbre regalar a los niños monedas de chcolate, símbolo de ayuda a los más desfavorecidos. Además, durante esta fiesta los niños juegan con peonzas al dreidel, el juego judío más popular. Estas peonzas y su juego se utilizaban como señuelo cuando el culto judío estaba prohibido. Mientras que los niños jugaban delante de las casas con las peonzas, los adultos podían seguir estudiando la Torá en secreto.

El dreidel puede también adquirirse en la Oficina de Turismo.

 

`Cuéllar Sefardí´

Las actividades de `Cuéllar Sefardí´ continuarán el  sábado, 8 de diciembre, con una visita guiada a la judería de la localidad guiada por Julia Montalvillo, archivera municipal. El jueves 13 de diciembre el palacio de Pedro I acogerá a las 20.00 horas la proyección de la película `Whisky´ una historia sobre dos hermanos judíos que regentan sendas fábricas de medias aunque con distinta suerte, el viernes 14 la Casa Joven acogerá desde las 17.00 horas el desarrollo de un taller infantil para crear y decorar una estrella de David, el jueves 20 de diciembre, Montalvillo ofrecerá una conferencia sobre la Judería de Cuéllar y el sábado 22 se cerrará el programa con  un taller infantil de creación decoración de una menorah en la Casa Joven a las 11.00 horas