| La organización la apoya con un cierre patronal de dos horas en todas sus oficinas  en la provincia |

 
| Por UCCL Segovia|

Un año más, el 8 de marzo se dedica a la reivindicación de la visibilización de las mujeres y sus derechos aún cuestionados, con especial atención en las mujeres del medio rural, quienes sufren un doble estigma, el de ser mujer y el de pertenecer a un medio que les dota de escasos servicios y recursos, dificultando, más si cabe, su desarrollo en dicho medio. Nuestra organización reivindica el  protagonismo de todas y cada una de las mujeres en todos los ámbitos: laboral, estudiantil, familiar, etc., y para ello, se suma a la Huelga Feminista, convocada por el movimiento feminista estatal sumándose también al internacional, con la que se pretende demostrar que si las mujeres paran ese día, se para el mundo, que si nuestro trabajo vale menos, el mundo vale la mitad; que si nuestro talento no se valora, toda la humanidad pierde.

Unión de Campesinos de Segovia-UCCL representa la lucha por la visibilidad de las mujeres rurales, por su empoderamiento, por la generación de una conciencia colectiva que busque más justicia y más igualdad. Llevamos años de mucho trabajo, de peleona reivindicación y lucha por tantas injusticias, desigualdades, ausencias, de tesón y vuelta a empezar buscando otros caminos, pero nunca de resignación. Cada punto de llegada ha sido para las mujeres rurales otro de partida. Es por ello, que esta Huelga Feminista supone una oportunidad histórica para demostrar a la sociedad el papel fundamental que desempeñan las mujeres en el ámbito laboral, estudiantil, de cuidados y en el consumo.

Esta huelga se asienta en las bases de la desigualdad extrema que las mujeres han venido y vienen sufriendo a lo largo de la historia, tal y como nos muestran las diferentes fuentes estadísticas:

–         Las mujeres siguen sufriendo segregación vertical, el llamado “techo de cristal”, un techo que, impuesto por la sociedad patriarcal a la que pertenecemos, nos impide acceder a los órganos de dirección y de toma de decisiones, éste uno de los principales problemas para la consolidación de las mujeres en el mundo laboral.

–         Las mujeres sufren la llamada “brecha salarial”, es decir, cobran menos por el mismo trabajo que realiza un hombre, lo que impactará en la brecha de pensiones, de forma más acusada en autónomas agricultoras y ganaderas, ya bajas de por sí.

–         Las mujeres realizan ¾ partes del trabajo doméstico y familiar, lo que da lugar a la existencia de la “doble presencia”, sumando a la actividad laboral el trabajo doméstico y de cuidados, que por el simple hecho de ser mujer se viene cargando en nuestra mochila.

–         La violencia de género sigue siendo un gravísimo problema de Estado al que no se le ponen medios ni voluntad para acabar con él, las mujeres siguen siendo asesinadas por sus parejas o exparejas y, en muchas ocasiones, cuestionadas cuando denuncian estas situaciones violentas.

–         Las mujeres han venido sufriendo un trato desigualitario también en el entorno estudiantil y en el espacio destinado al recreo, siempre dejando en un segundo plano las necesidades, ilusiones y deseos de las mujeres y niñas.

Por todo ello, y mucho más, desde Unión de Campesinos de Segovia-UCCL consideramos prioritario el diseño de políticas de igualdad entre hombres y mujeres, dentro y fuera del ámbito laboral, que permitan la corresponsabilidad, conciliación, flexibilización de jornadas, permisos igualitarios e intransferibles por paternidad y maternidad, etc., así como una dotación presupuestaria “lógica” y realista, basada en las necesidades reales de las mujeres y, por ende, de nuestra sociedad; de esta forma podremos ver cómo las mujeres consiguen desarrollarse en todos los ámbitos de su vida (laboral, personal y familiar), en igualdad de condiciones que los hombres.

Las mujeres siguen siendo asesinadas a manos de sus parejas y siguen sin ver modificaciones en la Ley y dotaciones presupuestarias que permitan una protección real y efectiva de las víctimas, por ello, consideramos que nuestra voz tiene que ser escuchada ya! Porque Basta ya!, nos queremos vivas!, yo te creo!, me too!… lo podemos decir de mil maneras, pero lo que necesitamos es que se nos escuche, se nos entienda y se nos trate, de una vez por todas, como ciudadanas en igualdad de derechos y condiciones.