| Por Daniel Martín | | Fotos: Gabriel Gómez |
El Cuéllar Funeraria Santa Teresa no termina de carburar en un inicio de temporada con sobresaltos, que han impedido que se pueda ver el nivel real de un equipo que cuajó una grata pretemporada, y que entre lesiones, sanciones y ausencias por motivos laborales, no ha logrado sumar los tres puntos de una tacada.
Ante el Quintanar las ausencias eran notables, y pese a todo se plantó cara durante gran parte del encuentro, que estuvo condicionado por un riguroso arbitraje que no dejó satisfechos a los locales. El dominio era del conjunto de la capital, aunque no las ocasiones, en un partido plano, con errores continuos. La lluvia caída durante los instantes previos al partido, provocó que el césped de Santa Clara estuviese muy rápido.
El Cuéllar comenzó a soltarse y en sus mejores minutos del partido iba a encajar el primer tanto. Un barullo en el área termina con un remate de Darío que golpea en el brazo de Pablo Montero. El mismo jugador era el encargado de batir a Garrote, al que engañaba con su lanzamiento. Dos minutos después el Quintanar lograba otro tanto, en esta ocasión tras un fallo defensivo, y con un balón que cruzaba desde la banda derecha hasta el segundo palo donde lo remataba a placer Coke.
El mazazo fue mayor antes del descanso con un gol de Jerson, tras un balón a la espalda de la defensa, y un regate al guardameta Garrote.
En la segunda mitad el Cuéllar maniató durante los primeros veinte minutos a su rival, en un atisbo de reacción, eso sí, tardía. Florin primero, y después Jordan probaron suerte, pero se toparon con el meta Pedro. Cristian Pilar se marchaba lesionado tras un pisotón de un rival, que el colegiado no castigó ni con falta.
Cristian tras una buena volea que sorprendió al meta visitante, lograba el tanto del honor para un Cuéllar Funeraria Santa Teresa que mereció algo mejor en la segunda mitad.
El castigo fue mayúsculo cuando en el minuto 93 el colegiado se inventaba un penalti de Tuco, que transformaba Vicente. Una acción que sorprendió hasta el propio equipo visitante, que no entendía la decisión arbitral. Uno a cuatro para cerrar un partido en el que el Cuéllar pagó un mal cuarto de hora, con una efectividad digna de destacar de un Quintanar que mereció el triunfo.
